• ¿Cómo nace la idea de escribir Lo que sí fue? ¿Qué te inspiró a contar estas tres historias entrelazadas?

La idea de Lo que sí fue surge de la necesidad de comunicar experiencias personales y sociales, explorando temas universales como el cambio, la autenticidad y las máscaras que usamos para adaptarnos a la sociedad. La estructura en tres actos refleja las diferentes facetas de la vida y los conflictos internos de los personajes, que están inspirados tanto en experiencias personales como en investigaciones sociológicas y psicológicas. Cada personaje tiene un papel en esta búsqueda de la autenticidad, simbolizando diferentes enfoques hacia la vida y la transformación personal​. La división en tres actos también es un reflejo de mi experiencia como guionista y comunicadora audiovisual.

  • Tu obra trata sobre la lucha por ser auténticos en un mundo que impone roles y expectativas. ¿Qué impacto esperas que tenga en los lectores?

Espero que Lo que sí fue inspire a les lectores a cuestionar los roles y expectativas que la sociedad impone sobre ellos. La lucha por ser auténticos está en el centro de la obra, y quiero que los lectores se sientan acompañados en su propio proceso de descubrimiento personal. La novela muestra cómo el despojarse de las máscaras que usamos puede ser liberador, ayudando a cada individuo a conectar con su verdadera identidad.

  • Como feminista y artivista, ¿cómo crees que tu activismo influye en la manera en que abordas la literatura y el arte?

Completamente, agradezco estar en el 2024 y tener la capacidad de escribir para expresar todo lo que me incómoda y me parece injusto, creo firmemente que el arte es una pieza clave para la transformación social y esa es mi intención a la hora de crear, más allá de siempre atravesar una sanación personal al escribir.

  • Escribir sobre la transformación y la autenticidad personal puede ser un proceso muy introspectivo. ¿Qué descubriste sobre ti misma mientras creabas esta obra?

Durante la escritura de Lo que sí fue, descubrí mucho sobre mi propia vulnerabilidad y mis máscaras. El proceso de explorar los miedos, el fracaso y la búsqueda de la identidad me permitió entender más profundamente mis propias contradicciones y luchas internas. A través de los personajes, especialmente Sam y Ana, confronté aspectos de mí misma que tal vez no había reconocido antes, como la necesidad de aceptar mis errores como parte del proceso de transformación.

Juliana Mateu García posando con su obra.
  • En Lo que sí fue, tocas temas como el género, la rebelión y el fracaso. ¿Cómo ha sido tu propio viaje en relación con estos temas a lo largo de tu vida y carrera?

Mi viaje personal ha estado marcado por la constante rebelión contra los roles tradicionales de género y la búsqueda de un entorno de libertad y cuidado. Como Sam en el libro, he tenido que desafiar las expectativas de la sociedad sobre lo que debería ser y cómo debería actuar. En cuanto al fracaso, he aprendido que no es un final, sino un punto de inflexión que nos enseña hacia dónde queremos ir. Este enfoque ha sido vital tanto en mi vida personal como en mi carrera artística​.

  • Vivir del arte siempre tiene sus desafíos. ¿Qué ha sido lo más difícil para ti en tu camino como creadora?

Uno de los mayores desafíos ha sido mantener la autenticidad en un mundo que constantemente impone expectativas y juicios. Como creadora, también he enfrentado la dificultad de encontrar espacios donde mi trabajo sea valorado sin tener que comprometer mis valores o mi visión artística. Muchas veces han publicado mis trabajos audiovisuales sin siquiera darme el crédito y esto es algo que he tenido que reclamar y aceptar siguiendo adelante. No es fácil.

  • ¿Alguna vez sentiste miedo o inseguridad al exponer tus ideas y tus experiencias tan personales a través de tu trabajo? ¿Cómo enfrentas esos momentos?

Muchísimo, por eso me demoré cuatro años en publicar este libro. Pero este año al fin, me han dado mi diagnóstico y reconocer que estoy dentro del Espectro Autista le da mucho más sentido a todo mi pasado y las decisiones que he tomado, ya no me siento mal por sentirme diferente, por percibir la realidad desde otra sensibilidad, hoy estoy aprendido a aceptarme y a dejar atrás toda máscara que no me es funcional.

  • El libro parece una invitación a cuestionarnos nuestras máscaras sociales. ¿Qué esperas que el lector se lleve después de leerlo?

Espero que les lectores se lleven la sensación de que es posible vivir sin las máscaras que la sociedad nos impone. Que encuentren el valor de vivir como seres auténticos, de aceptar sus fracasos y vulnerabilidades como parte de su crecimiento personal. Lo que sí fue es una invitación a liberarse de las expectativas externas y abrazar la complejidad y la belleza de ser une misme.

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