- Maigualida, tu obra «Elegí Vivir» refleja tu increíble travesía personal y deportiva. ¿Cómo nació la idea de compartir tu experiencia a través de un libro, y qué esperas que los lectores encuentren en él?
Dedicaba y dedico parte de mi vida a comunicar mi trabajo deportivo en redes sociales, pero siempre tuve la sensación de que la ligereza de las redes sociales no me permitía expresar de manera real lo que sentía al hacer estas carreras. Por otro lado, miraba mis blocs de notas y pensaba que quizás a otras personas que estuviesen comenzando, podría servirles leer a esa especie de hermana mayor que a veces siento que soy. La idea de escribir surge de la necesidad de crear un espacio más íntimo donde poder expresar de manera honesta y auténtica lo que sucedió tras la cámara con esa chica que siempre sonreía.
- A lo largo de tu carrera como atleta de ultra distancia, has enfrentado desafíos extremos. ¿Hay algún momento o carrera en particular que te haya marcado profundamente, y cómo lo superaste?
El libro comienza con uno de esos momentos en que por primera vez sentí que podría haber perdido la vida. Como siempre, en un descuido y por una pérdida de concentración. El cómo reacciono lo cuento en el libro, pero sin duda la pérdida de un ser querido muy cercano a una edad temprana fue el punto de inflexión de mi vida. Y es por eso que el libro se llama «Elegí Vivir». Es algo que a todos nos va a suceder, es algo para lo que nunca estás preparado y es algo que nunca superas, simplemente aprendes a convivir con ese dolor, y el tiempo poco a poco va permitiéndote avanzar con una carga más ligera.
- En tu libro hablas de tus experiencias corriendo en lugares tan inhóspitos como desiertos y volcanes. ¿Cómo cambia la percepción del mundo cuando estás completamente sola en esos entornos tan exigentes?
Siento un profundo respeto por la naturaleza y me siento muy cómoda en esos ambientes hostiles y aislados. Y sin embargo, paradójicamente siento más peligro en las ciudades, en lugares donde conviven muchas personas. Personalmente el ser humano me aterra y confunde más.
Los entornos desolados sin embargo, extraen lo mejor de ti. Te exigen regresar a tu yo más primitivo y te dan la oportunidad de demostrarte que tienes más herramientas para resolver cualquier imprevisto de las que tú mismo creías tener. La soledad no debería ser una de las principales causas de muerte, sino uno de los derechos fundamentales más valorados por el ser humano. Estar solo con uno mismo es un viaje de autoexploración que considero necesario porque te conduce inevitablemente a amarte y por consiguiente, a amar todo lo demás. A ver la vida con los ojos de un enamorado de la misma.
- El mantra «Elegí vivir» ha sido central en tu vida. ¿Qué significa exactamente para ti y cómo lo aplicas en tu día a día fuera de las carreras?
Considero importante entender que «vivir es una elección constante.» Como alguien decía por ahí: «O tienes tus objetivos o tienes tus excusas.» Pero ambos a la vez no puedes tenerlos. La vida es el único bien preciado que poseemos. Más aún que el tiempo. Vivir es el mayor de nuestros bienes y la más importante responsabilidad. Sobre todo si tienes la fortuna de vivir en un país y en un seno familiar acomodado, es vital que entiendas cuanto antes, que vivir es una elección que tú haces constantemente. Vivir no es un hecho, es una decisión consciente. Vivir es una actitud y un derecho. Y cuando uno se da cuenta de esto, recupera su poder y comienza a vibrar alto y a agradecer, porque comprende que ser dueño de tu vida es el mayor de los tesoros.
- A través del movimiento LOBXS, estás impulsando a otras mujeres a alcanzar sus objetivos en el deporte outdoor. ¿Qué barreras crees que aún existen para las mujeres en este ámbito, y cómo podemos seguir avanzando hacia la igualdad?
Personalmente mi intención no es tanto perseguir la «igualdad» sino conseguir que las mujeres recuperen su poder. ¿Y por qué las mujeres? Porque yo soy una de ellas, y en mi deporte he comprobado que al comenzar más tarde (debido a que en el pasado hemos tenido otro tipo de responsabilidades y roles), nuestro progreso también ha sido más tardío. No estoy aquí para juzgar lo que sucedió en el pasado, sino para lanzar un guiño a las mujeres del presente.
Y abiertamente afirmo que no creo en la igualdad, sino en la equidad. No me interesa que me den las cosas por ser mujer, sino porque las merezco independientemente de que sea una mujer o no. No me gusta que hablen en mi nombre porque yo tengo mi propia voz y libertad de pensamiento. No creo en los discursos polarizados o radicalizados, no importa de dónde provengan. Creo en aquellos que aportan, nutren e impulsan. No creo en la lucha de géneros. Creo en la hermandad sin importar el género porque considero que no hay evolución posible mientras no exista escucha activa y unión. Así que solo hay una cosa en la que creo: en tí y en mí (mujer) . 😉
- Tu libro también tiene un enfoque introspectivo. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre la exigencia física de tus carreras y la reflexión personal que acompaña a tus experiencias?
Correr es la vía que el alma escoge para expresarse. Es el arte de meditar sin forzar a la mente. Correr es un espacio íntimo de unión física y mental, donde mente y cuerpo generan sinergias. Ambos llegan solos al equilibrio. Sería imposible (a no ser que solo corras por ego), no ahondar en lo más profundo del alma. La cabeza y el cuerpo van unidos de la mano en cada aventura, así como un anciano matrimonio consagrado a amarse eternamente.
- Muchos de tus seguidores te ven como un ejemplo de tenacidad y resiliencia. ¿Te resulta difícil vivir del deporte y comunicar tu mensaje, o es algo que te llena de energía y motivación?
Nada en esta vida es difícil. «Difícil» es solo un enfoque. Las cosas simplemente son, y nosotros le ponemos el adjetivo con los ojos del corazón. Es fácil vivir de esto si lo que amas es vivir así. Y a mí este modo de vida no solo me encanta, sino que me permite ayudar a otros.
- Finalmente, mirando hacia el futuro, ¿qué nuevos desafíos te gustaría explorar, tanto en lo deportivo como en lo personal? ¿Hay algún proyecto que te entusiasme especialmente?
En marzo de 2025 terminaré con este proyecto del Gand Slam 4 Deserts Plus, en el que llevo inmersa un año. Empecé con la idea de ser la primera mujer española en terminarlo y ahora estamos en podium, así que solo deseo sostenerlo para que más mujeres españolas vengan a hacer lo mismo e incluso mejorarlo. 1250km en autosuficiencia en 5 desiertos distintos del mundo: Namibia, Mongolia, Jordania, Chile y la Antártida.
Cuando acabe esto, me tomaré un breve descanso para trazar las siguientes expediciones que traerán consigo algunas cumbres del mundo en estilo ligero. Por supuesto siempre rodeada de grandes mujeres y hombres muy especiales.