Evoto

¿Qué significa para ti la poesía, y por qué la llamas «la madre de las palabras pequeñas»?

Para mí, la poesía desde el primer día que la descubrí, pasó a formar parte de mi todo completo.

A la novela la llamo, “la madre de las palabras grandes”, porque para describir un determinado momento o lugar, necesita hasta varias páginas para contarlo. En cambio, la poesía con las palabras pequeñas describe ese momento con apenas varios versos: 

“El buen poeta tiene que decir mucho, y bien, con pocas palabras”. 

En tu nuevo poemario, Radiografía de un trozo de lamento, abordas temas de tristeza y desamor. ¿Qué fue lo más desafiante a la hora de plasmar estas emociones en palabras?

Un reto desafiante abordar esos temas tan significativos. La verdad. Ese poemario me costó mucho su finalización. Son temas difíciles de contar por la trascendencia que conllevan.

Mencionas que la vida no nos exime de la tristeza y el sufrimiento. ¿Qué esperas que los lectores encuentren o sientan al leer tus poemas?

Que no escondan la cabeza ante tales acontecimientos. Que lean esos poemas con total normalidad, porque esos sentimientos nos rodean día a día y que procuren dar y recibir alegría y felicidad a la gente que tienen a su lado. 

¿Cómo fue el proceso de trabajar con Óscar Fábrega en el prólogo de este libro? ¿Qué te sorprendió de su interpretación de tu obra?

La editorial me anunció su escrito del prólogo. Aunque no lo conocía, confiaba en esa labor por parte de Círculo Rojo y la verdad que el prólogo de Óscar Fábrega fue increíble. Plasmó de una manera genial todos los sinsabores de mis lamentos, desgajando de una manera encomiable todos los acontecimientos que yo había descrito. Sin palabras…

Obra de Tino Castaño.

Eres un poeta con una larga trayectoria. ¿Cómo ha evolucionado tu relación con la escritura desde tus primeros poemas hasta este nuevo libro?

Desde mis primeros versos hasta el día de hoy cambiaron en el tiempo con los años. Se hicieron más consecuentes con la madurez y más conscientes con las controversias que día adía nos trae la vida. 

Vivir del arte suele ser un reto. En tu caso, ¿cómo ha sido la experiencia de publicar y dar a conocer tus poemarios?

Enriquecedora, y al mismo tiempo maravillosa. Después de tanta espera por ver mis libros editados. El haberlo conseguido, te deja un sabor especial de victoria.

Si pudieras elegir un solo poema de este libro que capture la esencia de tu mensaje, ¿cuál sería y por qué?

El primer poema del libro, “hoja de otoño”. Creo que pasmó en esos cortos versos toda la diversidad que encierra la vorágine de la vida.

Para los amantes de la poesía que aún no te conocen, ¿qué les dirías para animarlos a adentrarse en Radiografía de un trozo de lamento?

Que la lectura de mi libro les emocione y, al mismo tiempo, les conmueva. Que se den cuenta que la vida no es un camino de rosas. Toda ella está plagada de situaciones y momentos adversos que la mayoría de los humanos sufrimos.

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