• ¿Qué te llevó a escribir Ardid? ¿Hubo algún momento o experiencia concreta que te inspirara para crear estos relatos tan intrigantes y reflexivos?

— Tras mi primer libro de relatos, surge la inquietud de escribir un segundo libro. Se van acumulando ideas y tramas en torno a las mismas y comienza la nueva andadura. Surgen bocetos sobre varios temas concretos y un nuevo borrador comienza a llenar sus páginas. La actualidad se va colando también entre los temas a tratar y las tramas que acompañan se agolpan pidiendo paso. Y es así como se empieza a elaborar Ardid.

• La mezcla de ambientes bucólicos, lúgubres y tenebrosos en tus historias crea una atmósfera única. ¿Cómo es tu proceso creativo para dar vida a esos escenarios tan vívidos y a la vez inquietantes?

— La manera de enfocarlos puede decirse que es un tanto peculiar. Consiste en introducirse mentalmente en la época y escena en cuestión y después documentarse sobre particularidades de ese tema, que siempre resulta ser uno de mis preferidos. A continuación se van creando los personajes que acompañarán a la historia, unas veces claros, nítidos y otras veces oscuros y tenebrosos.

• Tus relatos parecen invitar al lector a reflexionar y sacar sus propias conclusiones. ¿Buscas generar debate o alguna conexión emocional específica a través de tu narrativa?

— Busco simplemente que sean partícipes, que se inmiscuían en la trama, que se dejen llevar por la historia pero que sientan la necesidad de pensar cómo acabarían ellos la narrativa. Algunas veces, cuando doy fin a la historia que antes mantenía implicado al lector, siento que he podido fallar en sus expectativas. Y cuando me comentan que podía haberme extendido en el relato y haber propuesto su final deseado, me doy por satisfecho. Satisfecho por haber logrado recabar su atención y por sentir que durante la lectura de ese capítulo el lector ha seguido y vivido, a su manera, la historia relatada.

• Ardid ha sido galardonado como mejor libro del año en su categoría. ¿Cómo recibiste esta noticia y qué impacto ha tenido en tu carrera como escritor?

— Indudablemente es una satisfacción difícil de definir, algo que colma tus expectativas. Pero a la vez es un compromiso y un impulso descomunal para continuar escribiendo y tratar de que las siguientes obras gusten a nuevos lectores y no decepcionen a aquellos que han disfrutado con este libro.

El autor posando para Todocultura.es

• Has escrito sobre temas tan diversos como la ufología, el misterio policiaco y ahora relatos de intriga y reflexión. ¿Qué tan fácil o difícil es cambiar de género, y cuál de ellos disfrutas más explorar?

— Si tengo que hablar con el corazón, no me resulta complicado tocar varios géneros. Y no lo es porque son temas que me apasionan. Cuando me meto de lleno en alguno de ellos es otra “caja” que destapo y que compruebo que aún no está llena, lo que me empuja a seguir leyendo e investigando sobre la materia en cuestión. Esto significa seguir adentrándome en temáticas apasionantes. En cuanto a la pregunta sobre cuál disfruto más, es como preguntar a un padre a qué hijo quiere más: a todos por igual. Y si en este símil siempre hay una preferencia, tal vez la mía sea la de los misterios sin resolver.

• Vivir del arte suele ser un desafío para muchos creadores. ¿Cómo ha sido tu experiencia personal al convertir tu pasión por escribir en una carrera literaria?

— Aún no la considero como tal. Sigo visionándolo como un hobby. Como un arte al que se accede por cariño, respeto y admiración, y es un lujo disfrutar del mismo.

• A menudo se habla del miedo a la crítica o a exponerse públicamente. ¿Qué miedos o inseguridades has enfrentado al compartir tus obras y cómo los has superado?

— Las críticas literarias que he tenido hasta el momento son, en primer lugar, las que expuso la editorial al enviar el borrador —que fueron muy gratificantes— y después, las que han partido de mi círculo personal, y éstas han sido muy benevolentes. Cuando llegue el momento, si es que llega, pensaré siempre que quien realiza un trabajo en el que pone todo su cariño debe estar siempre satisfecho de su realización. Y si ese trabajo es lo que más le place en la vida, tiene doble motivo para sentirse satisfecho. Con este pensamiento creo tener la seguridad necesaria para no sentir miedo. Es ahora, cuando salgan mis próximas obras, cuando un cierto vértigo recorrerá mi cuerpo. Pero es el vértigo de la responsabilidad de no defraudar respecto a obras anteriores.

• Por último, para quienes aún no han leído Ardid, ¿qué pueden esperar de sus páginas y por qué crees que conectará con ellos?

— El lector se va a encontrar con una serie de relatos, once en concreto, acerca de temas de actualidad, temas de ficción y temas que nos llevan a tiempos pasados con la clasificación de enigmas sin resolver. Todos ellos catalogados en tres capítulos: la ambición, la utopía y la ficción. Y en cada uno de ellos vivirá la sensación de intriga, emoción y misterio, y en alguno de ellos el propio lector colocará su final personal. El lector podrá sentirse más atraído por uno u otro relato, pero será él mismo quien forje su propia opinión. Me atrevo a decir que la lectura de este libro será amena y casi, con toda seguridad, no pasará inadvertido.

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