P: Dr. Llorente-López, tu nuevo libro, GAMYFOOD: En la mesa… ¡sí se juega!, propone una manera innovadora de abordar el momento de la comida con los niños. ¿Qué te inspiró a combinar gamificación con la hora de la comida?

Desde hace años vengo trabajando e investigando sobre el concepto de gamificación y específicamente sobre el de identificar a los usuarios de la gamificación. Así, uno de los elementos fundamentales en la construcción de un juego, consiste en identificar qué patrón de jugador está llamado a utilizar ese juego. Dicho de otro modo, no es lo mismo pensar un juego para personas que disfrutan de la adicción pura al juego, que son las que les gusta jugar por jugar y su principal interés es ganar y competir, que construir un juego para personas que lo que les gusta es explorar mundos alternativos, aprender cosas nuevas crear sus propios mundos o desarrollar habilidades. Cada uno de estos tipos interacciona con diferentes tipos de juego. Con la comida pasa lo mismo. Entender esto es fundamental si queremos dotar al niño de una experiencia gratificante (que le guste) y productiva (que coma).

Además, los que investigamos en este campo, hemos descubierto que hay una serie de activadores que hacen que los juegos sean divertidos como los puntos, las recompensas, el factor azar entre otros asociados a estos diferentes estilos. Elementos que transforman a las personas, cuando son utilizados de forma correcta. 

Al tratar a los niños y niñas como usuarios de gamificación y utilizar esos mismos activadores para diseñar diferentes platos, transformamos el momento de comer en un espacio en el que se pueden integrar los elementos del juego y que como resultado da niños que aprenden a comer de todo y así, aprovechar el momento y el espacio de la comida para crear un espacio de aprendizaje en familia.

P: En tu libro, mencionas cómo hacer que la comida sea un espacio divertido y esperado. ¿Podrías compartir con nosotros alguna técnica o consejo práctico del libro que los padres puedan implementar de inmediato?

Te diré algún consejo práctico, (pero no dejes de comprar el libro), es solo un consejo. En el libro, además de enseñarte a gamificar cualquier plato, vamos a poner a tu disposición un montón de recetas, ideas y elementos prácticos, para que tú puedas hacerlo.

Aquí va el ejemplo: Imagina un plato de comida, pongamos diferentes verduras con patatas, e imagina en transformar este plato en un trivial en el que tocaría comer diferentes verduras en función de las respuestas. ¿Qué pasaría si introdujésemos sorpresas? ¿y si dentro de alguna de las patatas hubiese una sorpresa? ¿qué pasaría sí introdujésemos el elemento de puntos a diferentes horas de comer? ¿qué pasaría si las patatas tuviesen forma cuadrada y se convirtieran en un muro que las verduras tengan que sortear… pues por aquí va la gamificación de la comida: Hablamos de introducir algunos de los elementos clásicos de los juegos para transformar cualquier experiencia en una experiencia divertida. Los principios de gamificación que explico aquí se pueden utilizar en cualquier otro aspecto de la vida. Como formador en empresas, Motivapedia.com, he estado enseñando a gamificar a los responsables de proyectos empresariales, a gamificar la formación, introduciendo elementos de juego dentro de los cursos, a introducir en el día a día nuevas rutinas laborales que ayuden a motivar a las personas. A Hacer su trabajo más agradable.

P: Sabemos que tienes una extensa trayectoria en gamificación y educación emprendedora. ¿Cómo aplicaste tus conocimientos previos en gamificación para desarrollar el concepto de GAMYFOOD?


Hace años empecé a investigar sobre el concepto de gamificación en la universidad, más tarde mi propia empresa, motivapedia, empezó a desarrollar esos mismos conceptos en empresas y administraciones públicas para transformar proyectos, formaciones o el proceso de selección, etcétera. Pero no fue hasta hace unos años en los que empecé a trabajar con un grupo de chefs de una cadena hotelera de toda Europa, una colaboración que dura hasta el día de hoy. Ahí me di cuenta del potencial que podía tener la gamificación aplicada a la comida.

Me di cuenta de que la mayoría de los platos en los restaurantes no están pensados para los niños. el espacio de comer no está pensado para los niños, y observé que los pocos restaurantes que introducían algunas pequeñas mejoras en estos aspectos obtenían muy buenos resultados.

Así que decidí empezar a probar cosas y eso me llevó a llevar la creatividad al campo de la Universidad y trabajar codo con codo con los alumnos para que me ayudasen a diseñar propuestas creativas que aparecen en uno de los últimos capítulos del libro. Llámalo serendipia.

P: En tu experiencia, ¿cuáles son los mayores retos que enfrentan los padres cuando intentan incorporar la gamificación en la rutina diaria con sus hijos? ¿Cómo pueden superarlos?

Creo que la principal dificultad está en el desconocimiento que hay de este tipo de conceptos, de la escasez de definiciones y explicaciones claras y sencillas para poderlos aplicar en el día a día.  Los padres vamos muy agobiados con el día a día y cuando llegamos a casa muchas veces no tenemos ni la fuerza ni la energía suficiente para pasar con nuestros hijos el tiempo que se merecen. Así que ejemplos como este libro y sobre todo la comunidad GAMYFOOD que queremos impulsar con el mismo, en la que podamos intercambiar unos y otros buenas prácticas y compartir nuestras experiencias con la comida, pueden significar un primer paso para cambiar el hábito de enchufar el móvil al niño en la mesa, a convertir el momento de ir a la mesa en uno de los momentos más esperados y de encuentro de la familia.

Obra de César Llorente publicada con Círculo Rojo.

P: La ludificación de actividades diarias como la comida puede parecer una tarea complicada. ¿Qué impacto has observado en las familias que han aplicado tus métodos? ¿Puedes compartir alguna anécdota o testimonio que te haya sorprendido?

Una de las cosas que más sorprende es observar como los momentos más esperados suelen estar asociados con acciones gamificadas. Pensemos en el tortel de Reyes, y cómo éste transforma a toda la familia en un momento de diversión y de encuentro. Pensemos en los pimientos de Padrón “unos pican y otros no”, como encontrar el pimiento que pica hace de esta una de las tapas preferidas, pero no se trata de inventar la rueda ésta ya está inventada. Volviendo a tu pregunta, recuerdo cuando con mi socio, desarrollamos para una reunión de emprendedores un juego que consistía en fabricar el propio plato que éstos iban a comer. En esta reunión de más de doscientas personas, se llegó a fabricar y no digo cocinar porque sería una osadía, todo tipo de platos integrados en un juego como es el juego de la oca, en la que cada una de las casillas se transformó en un plato y cada plato debía tener un reto en sí mismo que lo relacionase con el resto de las casillas, ésta fue sin duda una de las experiencias con las que arranque este libro. 

P: Tu carrera ha abarcado desde la creación de metodologías hasta la consultoría estratégica. ¿Cómo ves la evolución de la gamificación en la educación y la vida familiar en los próximos años?

Me encanta que me hagas esta pregunta porque creo que con la gamificación se comete sistemáticamente un error, que es confundir videojuegos y aplicaciones móviles con gamificación. Gamificar es introducir elementos de juegos en entornos en los que en principio no fueron preparados para ser lúdicos. La comida, el trabajo, tu día a día, tu vida de pareja son entornos a priori no lúdicos en los que puedes aplicar estas técnicas. Así, puedes gamificar el verano de tus hijos y para eso no hacen falta necesariamente aplicaciones móviles, ni tecnología. No entender que es la gamificación, y qué elementos entran en la gamificación, así como de qué manera se pueden llevar al día a día con ejemplos fáciles y concretos es uno de los principales problemas que intenta corregir este libro, centrándose en un hecho cotidiano como es la comida. Creo que cuando se supere la ignorancia que existe sobre la gamificación y se centre más en su papel creatividad para desarrollar propuestas interesantes empezaremos a tener un camino más despejado.

Dicho esto, la gamificación ha llegado para quedarse. Ya ahora, resulta extraña una acción de formación de formadores o una formación básica para docentes en las que no haya como mínimo unas horas o un taller específico asociado de gamificación. Sin embargo, estamos todavía en los albores de este concepto, es un concepto relativamente nuevo, piensa que Hunter y Werbach que son algunos de los primeros pioneros en este tema de la gamificación escribieron el que se considera uno los primeros libros en no hace más de trece años (2012), así que es un mundo todavía por descubrir. Yo personalmente me quedo con dos autores muy interesantes: De un lado Marczwerski que establece el universo de los usuarios de la gamificación y de otro Yu Kai Chou, un coreano que desarrolló una propuesta para identificar cuán gamificado está un juego a partir de la definición de los elementos de gamificación en una teoría llamada Octalysis.

P: Como profesor y especialista en gamificación, ¿qué consejo le darías a aquellos que están comenzando a explorar la gamificación en su vida personal o profesional?

Primero les diría que aprendan con claridad qué elementos componen un juego. Que busquen en su día a día que actividades les han dado más placer y que piensen si están presentes en esas actividades, esos componentes.  Les diría que analizasen sus rutinas y rituales en familia, que exploren los de sus amigos y familiares. Les diría que compartan con otros sus experiencias, que se pongan las “gafas” de explorador de hábitos. Y por último que intenten preguntarse, que motivaciones hay detrás de los comportamientos de sus hijos, todos queremos ser queridos y escuchados, seguro que, si les prestamos más atención y les permitimos participar en el “juego” de la familia, despertamos su interés por la comida… y muchas otras cosas.

P: Finalmente, GAMYFOOD tiene una premisa bastante única. ¿Qué te gustaría que los lectores y padres se lleven al leer tu libro y aplicar las estrategias que propones?

Me encantaría que este libro ayudase a abrir puertas a este nuevo mundo, que ayudase a entrar aire fresco y claro a este mundo de hábitos, juegos y motivaciones. Quisiera hacer reflexionar a las personas sobre la importancia de abrir espacios en casa que permitan a los niños desde pequeños participar, que, a través de herramientas como ésta, la gamificación, le demos una oportunidad a dedicar un poquito más de tiempo a los niños y sobre todo que sirva para que aquellos que quieran dar ese paso, dispongan de herramientas e ideas y alguna que otra “receta” que les permitan adentrarse en este nuevo mundo. 

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