• ¿Hay alguna experiencia personal detrás de los poemas de “El silencio enamorado”?

     Siempre hay hechos, vivencias y experiencias que marcan nuestras vidas de alguna manera y que uno va guardando en su interior. Una pequeña parte de estas se esconde tras algunos poemas.

    • En tu experiencia, ¿qué factores crees que han contribuido a la pérdida del gusto por la poesía en los estudiantes actuales?

    La poesía puede ser difícil de entender. Creo que quizá sea este uno de los motivos que fomenta la desmotivación por parte del alumnado, además de que la gran mayoría lo identifica con algo arcaico.

    • ¿Cómo decidiste estructurar el libro en cada parte de la evolución del amor y qué querías transmitir con cada parte?

    El poemario se estructura en 3 partes. Una primera parte donde se manifiesta la ilusión del comienzo de un amor o sentimiento inesperado; la segunda,  donde aparecen las dudas, resignación y el sentimiento de un final próximo pues es algo imposible; la tercera y última parte deja ver el final de la historia, es momento de decir adiós a ese sentimiento y esperar el paso del tiempo. 

    • ¿Cuál es la historia detrás de tu poema favorito “Coincidimos”? ¿Por qué lo tomarías como tu preferido?

    Ese poema refleja la esencia del poemario y además justo de ahí nació el título. Es un poema que leí a mis alumnos en clase un día y me gustó ver la reacción que tuvieron y como captaron rápidamente el significado del mismo.

    • ¿Cómo influenció tu rutina diaria y tus responsabilidades, como madre y trabajadora, en el proceso de escritura?

    Lo escribí principalmente por las noches, tras acostar a mi hijo. Muchas veces las ideas me venían de madrugada y lo anotaba en el teléfono móvil. En los ratos libres que tenía en el trabajo me dedicaba también a retocar y modificar algunas cosas. La verdad es que era difícil encontrar tiempo para ello.

    • Como docente, ¿cuáles son los desafíos más grandes que enfrentas al intentar despertar el interés por la poesía en tus alumnos?

    Los mayores desafíos son sin duda que lleguen a entender el significado que trasmiten los poemas, que sepan reconocer los distintos recursos estilísticos y que se adentren en el mundo de la escritura de poemas. 

    • ¿Qué estrategias utilizas en el aula para fomentar el amor por la poesía entre tus estudiantes?

    En mis clases recurro  a varios trucos y pautas para enseñarles y animarles a escribir o leer poesía:  a menudo les leo poemas de autores jóvenes y actuales, poemas con los que se puedan sentir identificados, intento ayudarles a descifrar aquello que esconden los versos…En definitiva, cambiar su punto de vista , el concepto de poesía que ellos tienen y fomentar así el gusto por la misma. 

    La autora posando para Todocultura.es
    • En tu experiencia, ¿qué es lo que hace que los jóvenes de hoy en día se sientan desconectados de la poesía?

    Si les das a elegir entre una novela o un libro de poesía, claramente eligen la narrativa pues les resulta más fácil (siempre recurren a la ley del mínimo esfuerzo). Si ya los libros, la lectura, queda por desgracia en último lugar para la mayoría, cuanto más la poesía (hoy día sabemos que viven por y para las redes sociales).

    • ¿Cómo crees que la poesía contemporánea, como la que escribes, puede conectar con las generaciones más jóvenes?

    Mi poemario, al ser dirigido a un público joven, es fácil de entender. Trata un tema universal como es el amor. Creo que son poemas que pueden conectar y gustar a los más jóvenes.

    • ¿Qué consejos darías a otros docentes que buscan inspirar a sus alumnos a apreciar y crear poesía?

      La poesía no debe ser sinónimo de aburrimiento en clase. Hay muchas actividades que pueden hacerse fácilmente relacionadas con la poesía (componer poemas por parejas o en pequeños grupos, analizar canciones actuales, búsqueda y lectura de poemas por internet, etc) . Tampoco creo que haya que dejar la poesía para un momento del curso concreto, sino hacerlo en pequeñas dosis, a lo largo de todo el año. 

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