Ángel Miguel Bermúdez Hernández "Mujeres en pie"Ángel Miguel Bermúdez Hernández "Mujeres en pie"

¿Qué te inspiró para escribir “Mujeres en pie”?

Recordando historias de mujeres de mi familia, personas que tuvieron una vida dura y que se sacrificaron por sus seres queridos, sentí la necesidad de escribir algo sobre ellas. Meditando sobre esta idea percibí que hay algunos sectores interesados en olvidar parte del pasado, un pasado que debemos recordar para no repetir. También hay hechos que ocurren hoy en día a los que no se les da la debida importancia, que pasan desapercibidos entre multitud de desgracias de personas extrañas, lejanas. Contar algunas vivencias de personas próximas, de gente corriente, nos ayuda a conectar con ellos y concienciarnos.

¿Qué podemos encontrar en las catorce historias de “Mujeres en pie”? ¿Hay alguna relación con los problemas actuales de nuestra sociedad?

Cada historia refleja circunstancias de la vida cotidiana y problemas generales de nuestra sociedad. Como trasfondo de algunas historias está el miedo a lo desconocido, como nuestras creencias nos condicionan y limitan. También hay relatos donde la falta de empatía y la dificultad de la comunicación lleva a crear conflictos y a magnificarlos. Obviamente, se muestra las dificultades para avanzar en la igualdad de género. La angustia y la depresión, el suicidio, … En los diferentes relatos se tratan, de forma más o menos directa, muchas problemáticas. Pero, al final, la clave es que nos estamos deshumanizando, dando más valor a las cosas que a las personas, dejándonos llevar por las apariencias, por el continente más que por el contenido. Mujeres en pie intenta hacernos sentir empatía por otras personas, tocar nuestros corazones, al mismo tiempo que nos ayuda a reflexionar de dónde venimos, dónde nos encontramos y hacia dónde vamos.

¿Cómo describirías tu estilo de escritura?

Según voy escribiendo mi estilo va evolucionando. Pero creo que mis obras son fáciles de leer, no utilizo un lenguaje farragoso ni cargado de palabras inusuales. Intento usar la palabra más apropiada para el uso que quiero darle, pero sin abusar de cultismos ni vocabulario excesivamente técnico.

Las narraciones son cuidadosas, con sensibilidad, sin caer en la sensiblería. Con un ritmo ágil y ameno.

Las descripciones que hago son las mínimas, las necesarias para recrear el ambiente de la historia. En algunos relatos hago uso del humor, aunque en mi última obra, Mujeres en pie, no es así por la temática tratada.

Por cierto, el título de tu último libro, Mujeres en pie, es interesante ¿Tenías claro desde el principio este título? ¿Cómo surgió la idea de llamar así a este conjunto de relatos?

No tenía ni idea de como llamarlo, pensaba que se me ocurriría algo, quizás el título de alguno de los relatos más significativos. Estaba centrado en describir historias que transmitieran la diversidad de situaciones de la mujer en distintas épocas, de emocionar y concienciar al lector. Hasta que no estaba próximo a terminar los relatos no empecé a plantearme el título, quería algo que expresara el contenido del libro, que no fuera muy largo, una frase atrayente. Pensando en distintas posibilidades recordé algunas mujeres valerosas de libros y películas, entre ella destacó en mi mente la imagen de la mujer blanca criada entre pieles rojas de la película Bailando con lobos, su nombre en lakota significaba mujer en pie con el puño en alto. Entonces vi claro que tenía que llamarse Mujeres en pie. A partir de ese título busqué información sobre una huelga de telefonistas de principios del siglo XX que oí en la radio y escribí el relato que da nombre al libro.

¿Cómo es la relación con tus lectores? ¿Recibes muchos comentarios de tus obras?

Para mí es la parte más enriquecedora. Algunos lectores me hacen sus comentarios a través de las redes sociales o de mi página web (https://novelasangelmiguel.wixsite.com/novelas). También han leído mi obra en algunos centros educativos y clubs de lectura, siempre que he podido, he tenido un encuentro con ellos para intercambiar opiniones.

Siempre me aportan una visión original, curiosidades, comentarios emotivos, especialmente cuando ellos o alguien cercano ha pasado por situaciones parecidas y se ven reflejados en mi obra.  Con dos de mis lectoras no pudimos contener las lágrimas al hablar sobre el tema pues una de ellas tenía a su abuela muy mayor que había pasado por una situación muy parecida a la que yo contaba. La otra lectora había sido víctima de violencia de género, una historia muy dura, por fortuna superada, me contaba que sus sentimientos en aquellos momentos y, aún todavía, eran similares a los de la protagonista de mi narración. 

¿Cuál es el mensaje principal que esperas transmitir a tus lectores a través de “Mujeres en pie”?

Tanto en tiempos pasados como ahora hay situaciones dolorosas y situaciones tremendamente injustas. Mostrar algunas de esas circunstancias desde una perspectiva cercana y personal ayuda a concienciar sobre algunos de estos problemas. Es importante mostrar empatía ante esas personas, ante esas situaciones, pero eso no basta. Solo aceptando la diferencia, actuando respetuosamente y con amor hacia nuestro planeta y hacia todos los seres vivos, podemos seguir mejorando, como individuos y como sociedad. Cada uno debe reflexionar sobre su modo de pensar y actuar en distintas situaciones para mejorar en lo posible. Si no somos conscientes de un problema no podemos resolverlo.

El pasado se puede repetir si lo ignoramos o lo manipulamos. Solo el presente existe, pero viene condicionado por el pasado y es la preparación de un futuro que será de un modo u otro, según nuestros hechos y nuestras decisiones en el presente.

¿Qué papel crees que desempeñan las mujeres en la narrativa de tu libro en relación con el desarrollo personal y la mejora de nuestra sociedad?

Todos tenemos una parte que tradicionalmente se etiqueta como “masculina” y otra que denominan “femenina”. El simple hecho de reconocerlo nos permite ser más comprensivos con nosotros mismos y con los demás. Las mujeres de mis libros, especialmente en el último, Mujeres en pie, muestran sus grandes cualidades, como el valor, la resistencia, la fortaleza, la gran capacidad de amar, … Cualidades que a muchas mujeres no se les reconoce suficientemente. Ciertamente son características que también muestran muchos hombres, pero las condiciones históricas, sociales y culturales me han hecho sentir que, en este momento, había que mostrar estas historias, estas circunstancias ligadas a las mujeres y a toda la sociedad.

Reconocer la diferencia entre individuos, sea del sexo que sea, decidir libremente sin condicionamientos de género o de otro tipo, nos enriquece, nos hace más libres y mejores personas. Está bien sentir cualquier emoción, siempre que seas responsable de actuar coherentemente y con respeto a los demás.  

Quiero poner un pequeño ejemplo de la influencia de la literatura en nuestra sociedad. En mi segunda novela, Los días por venir, se describen situaciones de la historia reciente en paralelo a una historia de violencia machista. Tras leer esta historia, una persona cercana, con bastantes prejuicios sobre la violencia de género, me confesó que ahora veía el problema de otra manera, que entendía mejor la situación de la víctima. Es una pequeña victoria, un ejemplo de que, poco a poco, podemos transformar la sociedad.

¿Qué importancia das al fomento de la lectura en la era digital y de la imagen?

La neurología nos informa que el mero hecho de leer activa una serie de neuronas que nos permite interrelacionar distintas partes del cerebro, aumentando la creatividad y la capacidad de razonamiento. Al mismo tiempo, puede tocar nuestra fibra sensible, despertar determinados sentimientos que nos induzcan a actuar. Trasmite valores, cada uno los suyos. El tipo de valores que sean predominantes condicionan la forma de ver el mundo y los problemas actuales.

La literatura nos da una visión más amplia de la realidad, nos da distintas perspectivas, desarrolla emociones, empatía, estimula nuestra capacidad intelectual. Todo ello son las bases imprescindibles para tomar conciencia del momento crucial para el planeta, desde el punto de vista medioambiental.

¿Consideras que los desequilibrios naturales y sociales son temas recurrentes en la literatura contemporánea, y cómo crees que tu libro contribuye a este diálogo?

Los problemas sociales están presentes en gran parte de la literatura, no tanto la problemática medioambiental. Se nos olvida que somos parte de la naturaleza y que dependemos de ella para sobrevivir. En mis libros intento reforzar esa idea de relación y dependencia con la naturaleza, intento reflejar que no hay un “medioambiente” ajeno a nosotros, es nuestro medio, donde vivimos. Concretamente, muestro en algunos relatos, los efectos negativos del deterioro medioambiental sobre la humanidad.

En Mujeres en pie se muestra menos que en otras de mis obras. Pero en más de un relato se narra la paz, la belleza, la tranquilidad, la conexión con la naturaleza. Por ejemplo, en los relatos “Brujas” y “La reina y el príncipe” se muestra todo lo que nos aporta la naturaleza, como puede salvarnos.

¿Cómo influye tu visión personal del mundo en la creación de personajes y tramas?

Cada autor refleja su visión del mundo, sus historias se desenvuelven en lo que él percibe como la realidad, se centran y reflejan estereotipos sociales, religiosos y su visión personal. En mi caso no podía ser distinto. Me gusta pensar que he superado algunos prejuicios sociales, que tengo suficiente capacidad para ver la importancia de cuidar nuestro planeta, simplemente por afán de supervivencia. Quisiera creer que algunos valores en desuso se pueden volver a poner de moda, valores como la bondad, la compasión, la reflexión, el diálogo, la educación, etc. Todo ello se refleja en mi obra, sin huir de la realidad.

En tu opinión, ¿cómo pueden los libros y el arte influir en la conciencia social y el cambio positivo en la calidad de vida y el desarrollo personal?

Los libros son como simuladores de vuelo, no es lo mismo que volar, pero te pone en situaciones parecidas. Del mismo modo los libros te sitúan en circunstancias diversas desde una perspectiva única que puede ser útil para despertar nuestra mente y nuestro corazón. Puede ser una ayuda para concienciar sobre problemáticas desconocidas o que sólo veíamos desde una mirada interesada, manipulada por los poderosos.

También hay obras tan bellas que elevan nuestro espíritu, nos muestran todo el potencial del ser humano. La música conecta directamente con nuestras emociones, transformándolas, haciéndonos transcender más allá de lo puramente material.

Toda la cultura en general abre la mente, permite ofrecer otras miradas sobre un mundo que creemos conocer. Aceptar esa diferencia nos permite aceptarnos a nosotros y comprender que nadie tiene la verdad absoluta, que cada uno hacemos lo que podemos desde nuestra limitada mirada. Una mirada que la cultura amplia enormemente.

¿Tienes algún proyecto futuro en mente?

Sigo escribiendo en mi blog (https://aprenderlavida.wordpress.com/) reflexiones sobre el mundo, la humanidad, el desarrollo personal. Por otra parte, estoy iniciando varios proyectos, en un nivel muy primario, por un lado, intento concienciar sobre algunas enfermedades degenerativas. Por otro lado, intento desarrollar algunas historias que muestren y ayuden a mejorar nuestra educación emocional. Pero todavía está el embrión de lo que podría o no ser una nueva obra.

Ángel Miguel Bermúdez Hernández "Mujeres en pie"
Ángel Miguel Bermúdez Hernández “Mujeres en pie”

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