- Tu biografía nos muestra una vida llena de cambios y estudios en diversos campos. ¿Qué te llevó a decidirte por la escritura y cómo influyen tus experiencias previas en tu obra?
Sí, me encanta viajar y vivir en diferentes países. De esa manera, siento que amplío mis conocimientos y aprendo de sus culturas, algo que me apasiona profundamente. En cuanto a mis estudios, siempre estuve en la rama empresarial, pero la escritura ha sido una pasión desde que tenía 10 años. Me encantaba escribir en mis diarios, creando historias y reflexionando sobre mis vivencias y aprendizajes.
Nunca había pensado en la escritura como una carrera profesional. Sin embargo, a los 25 años, empecé a sentir que era algo pendiente en mi vida, aunque no lo consideraba una prioridad. Todo cambió con la llegada de la pandemia, un momento muy nostálgico para mí, que me impulsó a tomar la escritura de manera profesional.
- «Si hay mariposas después de los 30» trata sobre el amor a cualquier edad. ¿Qué te inspiró a escribir sobre este tema y qué mensaje esperas transmitir a tus lectores?
Fue en el 2021, una época muy tranquila de mi vida, en la cual me sentía llena de amor por mi hija. Sin embargo, sentía que no había tenido suerte en las relaciones de pareja. Por ello, empecé a reflexionar sobre cómo habían ocurrido las cosas. Al pensar en el inicio de todo, en mis experiencias y al explorar mis sentimientos, fue cuando me sentí inspirada para escribir sobre el amor. Porque entendí que no hay diferencia en enamorarte después de los 30 años, lo importante que es hacer caso a nuestras mariposas en el estómago, la conexión de pareja y entender que se puede amar con la misma emoción a cualquier edad.
En ese momento sentí que lo que me ocurrió a mí podría ser un ejemplo para otras personas, para demostrar que podemos ser valientes con respecto a nuestras decisiones en el amor, con nuestros sentimientos y, a la vez, entender las consecuencias que eso conlleva.
Además, invito a mis lectores a reflexionar sobre lo bello que es amar, pero sobre todo a saber identificar si estamos seguros y si lo hacemos de corazón.
El mensaje que quiero transmitir, es que todos podemos tener valor para afrontar nuestros errores, que sepan que todos podemos ser fuertes para vivir la vida que elegimos sin importar lo que los demás opinen. Además, quiero que comprendan que el amor es lo más valioso que tenemos, ya sea el amor por nuestros hijos, nuestra pareja o nuestra familia. Pero sobre todo que sepan identificar cuando es amor verdadero, si amamos sinceramente con el corazón, será más fácil hacer las cosas bien y lograr que todo funcione.
- En tu sinopsis mencionas que el amor puede llegar en el momento menos esperado. ¿Puedes contarnos alguna experiencia personal que haya influido en esta perspectiva?
Como relato en mi libro, solía pensar erróneamente que después de los 30 años no se podía amar con la misma intensidad que cuando somos adolescentes. Con el tiempo, comprendí que me casé sin estar realmente enamorada, lo cual fue un gran error que ahora asumo con responsabilidad. Sin embargo, con los años, descubrí que es posible amar con la misma emoción, sin importar la edad que tengamos.
- Tu libro aborda la intensidad de las relaciones amorosas después de los 30. ¿Crees que la madurez cambia la forma en que experimentamos el amor? ¿De qué manera?
Definitivamente, la forma en que experimentamos el amor cambia con la madurez. A medida que envejecemos y acumulamos experiencias, aprendemos de nuestros errores y buscamos mejorar. La mayoría de nosotros no queremos repetir los mismos errores del pasado. Por ello, creo que afrontamos el amor con mayor sensatez y con el deseo de hacer las cosas bien, para que todo fluya de manera correcta.
- ¿Qué retos encontraste al escribir y publicar tu primer libro en un país extranjero, y cómo los superaste?
La verdad es que fue más fácil de lo que pensé. Cuando escribí mi primer libro, me encontraba varada en Perú por la pandemia, lo que me motivó a escribir de manera formal. Cuando tenía avanzado más del 60% del libro, decidí contactar con editoriales españolas, ya que España era mi país de residencia. Al enviarles mis avances, recibí respuestas positivas. Finalmente, logré concretar con una editorial y así se publicó mi primer libro.
- El proceso creativo puede ser muy personal. ¿Cómo describirías tu proceso al escribir este libro? ¿Tienes alguna rutina o lugar especial donde te guste escribir?
La verdad es que, después de mi primer libro, se me hizo difícil terminar mi segundo libro. No tenía el mismo tiempo libre, estaba trabajando y además cuidando de mi hija. No lo tomaba como una prioridad y lo posponía continuamente, hasta que, sin darme cuenta, habían pasado más de tres años. Un día decidí que necesitaba acabarlo y centrarme en ello, así que me puse horarios: tres veces por semana dedicaba dos horas a la escritura. En esos momentos me sentía tan feliz y relajada que pensé: esto no puede volver a parar. Mi lugar especial para escribir es la terraza de mi casa, donde me encanta estar al aire libre. Además, tenemos muchas plantas, lo que me hace sentir como si estuviera en plena naturaleza.
- Muchos artistas enfrentan miedos al exponer su trabajo al público. ¿Cuál fue tu mayor temor al publicar «Si hay mariposas después de los 30» y cómo lo superaste?
No tuve ningún miedo al publicar este libro. Sabía que hablar sobre el divorcio y aceptar que no llegué a estar enamorada sería un tema un poco controversial para algunas personas. Sin embargo, nunca dudé en exponerlo; quería hacerlo y fue un desafío mencionarlo en el libro. Quise demostrar que todos podemos ser fuertes para afrontar nuestros errores y superarlos. Sobre todo, quería resaltar que las mujeres somos lo suficientemente fuertes para llevar una buena vida como madres solteras, a pesar de las críticas que esto pueda conllevar.