Podrías contarnos quién es Anate Rivera.
Anate Rivera, profesora de francés, estudiante de psicología y una escritora versátil e imaginativa; mi capital creativo lo conforman poesías, relatos, cuentos, ensayo, novelas y artículos de prensa. Me define la prosa elaborada, el compromiso con la condición humana y los planteamientos existenciales.
¿Recuerdas cuál fue el primer libro que leíste?
El primer libro que leí fue una biografía de Gandhi; quizá esté en el origen de mi devenir espiritual hacia el budismo tiempo después, y presente en mi obra.
¿Y el primer relato que escribiste?
El primer relato como tal fue “El enemigo”, al que siguieron veinticuatro más con los que compuse uno de mis libros: “Cuentos de Vacuidad”, para adultos.
¿Cuál fue el primer libro que te impactó y por qué?
El primer libro que me impactó fue “Bonjour Tristesse” de Françoise Sagan. Me lo regalaron en un viaje de intercambio a Francia, y la protagonista era una adolescente como yo, que vivía una experiencia de emociones profundas.
¿Quién es tu escritor favorito?
No tengo un sólo escritor favorito, pero de quien aguardo siempre la nueva entrega con devoción es Ángela Becerra, precursora del idealismo mágico, poeta que saltó a la novela conservando su estilo poético. Da igual lo que me cuente (historias todas maravillosas), me deleito con cómo me lo cuenta.
¿Qué personaje de un libro te hubiera gustado conocer y crear?
Personaje interesante, Madame Bobary, por su fuerza dramática, su rebeldía, la nueva imagen femenina ofrecida al contexto social, y los elementos trágicos de su existencia. Aunque también me sacudieron los personajes del Marqués de Sade, aberrantes, inhumanos, inmorales, salvajes y fuera de toda norma social, aunque sostenidos por una extraña filosofía.
¿Qué puedes contarnos de tu obra “MUDOS” y qué destacarías de ella?
“Mudos”, novela distópica tipo iceberg, que sugiere más de lo mostrado. En ella se pone la fantasía al servicio de planteamientos sociales merecedores de una reflexión. Representa un homenaje a la figura del enseñante (¿Qué ocurriría si los docentes enmudecieran?), y un toque de conciencia a los enseñados, por los beneficios recibidos. En ella encontramos misterio, fantasía, erotismo, comicidad… pero sobre todo cuestiones sociales, todo ello con una pátina naif que la hace cabalgar entre la novela y el cuento, también por la circularidad estructural.
¿Alguna manía a la hora de escribir?
La manía que tengo a la hora de escribir es un buen tazón de té verde con menta.
¿Y tu sitio y momento preferido para hacerlo?
Espacio y tiempo, en mi estudio cuando las musas me convocan dentro de mi tiempo disponible, claro, aunque son incansables, casi siempre presentes.
¿Qué escritor o libro te ha influido en tu trabajo como autor?
Influencia, no reconocida o consciente, al menos, pero similitudes con algunos consagrados sí me reconozco.
¿Qué estás leyendo ahora? ¿Y escribiendo?
Leyendo, “El peligro de estar cuerda” de Rosa Montero. Disfrutando muchísimo nuestras coincidencias literarias, testando mi quehacer creativo y confirmando mis intuiciones como escritora. Escribiendo, muchos relatos mientras preparo el material de mi próxima novela, que espero iniciar durante las vacaciones de verano.
¿Cómo crees que está el panorama editorial para tantos autores como hay o quieren publicar?
Panorama editorial, la modalidad de autopublicación ha permitido que ninguna idea se quede en el tintero, aunque todos aspiramos a la edición tradicional, con todos los honores y facilidades, complicada justo por la afluencia de autores enviando propuestas. Lo tienen más fácil quienes ya escriben a demanda del gusto del público; la dificultad es añadida para quienes nos salimos un poco del guion, no necesariamente del gusto de todos, pero igualmente necesario porque venido de la incontrolable necesidad de escribir con objeto de comunicar.
