1. “Génesis. Rama Verde” es tu primera obra publicada. ¿Qué te motivó a escribirla y cómo fue el proceso de darle vida a este mundo multidimensional?
Acontecimientos familiares —hospitalizaciones—, propiciaron el momento; y sin forzarlo empezó a eclosionar, en mi mente, y plasmarse, en el papel, la historia de unos personajes que se movían por un mundo que resultó ser «más amplio» de lo esperado.
Supongamos —y no demos por hecho que realmente todo tuvo lugar— que las lecturas de física teórica, actuales, mezcladas con las de terror cósmico, anteriores, permitieron vislumbrar la posible «ventana al otro mundo» (tan lovecraftiana). Esa ventana resultó estructurarse en un formato de dimensiones extras o enrolladas, que fue apareciendo en cuanto sus habitantes se cruzaron con los personajes humanos. Y esos seres fantásticos solo «cabían» en un mundo multidimensional con una forma predeterminada, que explicaba la razón de ser de las leyendas sobre el origen del universo de berilergets y ennesianos (dos de los pueblos del libro).
2. La influencia de autores de terror cósmico como Lovecraft es notable en tu obra. ¿En qué aspectos crees que se reflejan más estas influencias y en cuáles te diferencias de estos clásicos?
Creo que la idolatrada obra de Lovecraft, leída en la adolescencia, permanecía en mi subconsciente, «como un lodo verdoso»; y este empezó a burbujear en cuanto la temperatura fue la necesaria —se necesitó el paso de décadas hasta que ello ocurrió—.
En las descripciones, de los seres verdes y de su lugar de existencia, la terminología y el estilo tienen su toque lovecraftiano. Pero el contenido, donde se asienta la argumentación, difiere del gran autor, basándose en principios físicos actuales, y difiriendo del clásico enloquecido por el conocimiento abrumador de la verdad del cosmos, que suele aparecer en muchos de los relatos del sabio de Providence.
3. En el prólogo mencionas que tu obra podría clasificarse como un cuento materialista de realidad fantástica. ¿Podrías explicar qué significa esto y cómo logras integrar una base científica en los acontecimientos extraordinarios de tu historia?
Jacques Bergier bautizó como «cuento materialista de terror» al cuento de horror sobrenatural que provoca en el lector un sentimiento de indefensión ante un universo amenazador gracias a un tinte de verosimilitud y explicaciones aparentemente racionales. En “Génesis. Rama Verde” aparece, a través de sus personajes humanos, ese mismo sentimiento, pero, a la vez, a ese universo, se le racionaliza mediante modernos conceptos de física teórica.
Así mismo, citando a Rafael Llopis, el cuento materialista intenta «evitar la censura impuesta por la lógica a nuestra visión objetiva del mundo… manifestándose en fábulas, en relatos fantásticos… que ya no son irracionalistas porque se saben de antemano falsos… porque se expresan en el plano de la estética». En la obra, buscar la explicación sobre la veracidad del relato, provocando una duda razonable en el lector es el objetivo compartido con el cuento materialista. Pero la intencionalidad, en mi caso, es ir más allá: del rito que se sabe ineficaz para mover el mundo de la física (pero sí capaz de conmover) pretendiendo utilizar a la moderna física como herramienta de justificación de la realidad existente o posiblemente existente.
4. La trama de tu novela combina elementos de magia y racionalismo en un entorno multidimensional. ¿Cómo desarrollaste este equilibrio y qué desafíos enfrentaste al crear esta compleja estructura narrativa?
Manteniendo el discurso de la pregunta anterior: si la magia y el racionalismo realmente ya no están tan separados, sino que ya podemos integrar lo numinoso en el Yo, y ya no solo en el plano de la estética, sino en el propio de la ciencia, entonces, quizás, hayamos llegado a ese conocimiento que ya estaba presente en nuestros sueños (reminiscencias de nuestro origen ancestral y del mismísimo universo). Por lo tanto, dando rienda suelta a los sueños o creencias, por un lado, y por el otro utilizando el consciente para la aplicación de la lógica, mantener a los dos mundos primero separados, para luego unirlos en una sola historia, consecuencia de lo anterior, el equilibrio podía lograrse de manera espontánea.
5. Tu formación en ciencias físicas sin duda influye en tu escritura. ¿Cómo incorporas tus conocimientos científicos en la construcción del mundo y los eventos de “Génesis. Rama Verde”?
Como he mencionado, los conceptos científicos han intentado contribuir en mantener abierta la sospecha de veracidad en la existencia de los seres extradimensionales y en su «materialización» en el mundo perceptible humano. De diversas teorías físicas se han captado los recursos que han hecho posible, o sugerentemente posible, las realidades fantásticas; pasando del mero plano de la estética al plano racional, o por lo menos hacer visible una posible línea de conexión.
6. Vivir del arte no siempre es sencillo. ¿Cómo ha sido tu experiencia en este sentido y qué consejos darías a otros escritores que están empezando?
Actualmente veo muy difícil la posibilidad de vivir del arte (por más que se dirijan subvenciones a ese mundo, esas deben de quedarse en el plano de la fantasía; digamos que se mueven en otra brana, como mis seres fantásticos). Creo, sinceramente y ahora en serio, que uno debe escribir para disfrutar. En mi caso particular, ello lo consigo creando un mundo que me permite escapar de la realidad cotidiana, que me permite mantenerme en un estado de esplendor que es capaz de equiparse a la mejor lectura.
7. Crear y exponer tu trabajo al público puede ser intimidante. ¿Qué sientes cuando estás escribiendo y cómo manejas el miedo o la inseguridad que puede venir con la publicación?
Dar el paso a exponer mi obra es el que más me costó. Mientras iba avanzando en el relato ni se me pasó por la cabeza atreverme a publicarlo, pero cuando finalicé toda la obra, un compañero, al que dejé, con temor, leer parte del manuscrito me dijo: «esto no puede quedar aquí»; y ello me lanzó.
Al publicar, intenté tener muy presente que me exponía a una gran diversidad de pareceres a los que, obviamente, no podría satisfacer en su totalidad. Asumo que recibiré críticas de todos los colores e intentaré sacar de todas, algún aspecto constructivo que sirva para mejorar. Pero, como he mencionado, mientras se «creaba» la obra ni siquiera pasaba por mi mente tener en cuenta ese aspecto. Escribía para disfrutar, y si el resultado, al final, contribuye, aunque sea mínimamente, al bienestar de algunas personas, entonces, mi felicidad aumentará.
8. La existencia de dimensiones extra y seres como los plancks es una idea inquietante. ¿Podemos estar intranquilos por la posibilidad de que existan estos seres en la vida real según tus estudios y especulaciones científicas?
Para contestar, aprovecharé la cita de Lisa Randall (catedrática de física en la universidad de Harvard) en su libro Universos Ocultos: «como es probable que las fuerzas y las partículas fundamentales sean distintas, las criaturas de otras branas, si existieran, no tendrían, posiblemente, mucho parecido con la vida de nuestra brana». Si a ello le añadimos que en esas otras branas nosotros no podemos «ver» y que, además, sabemos de la existencia de otra materia (la llamada materia oscura), entonces la probabilidad de existencia de otros seres —o mejor sseres— podría llegar a ser un hecho (esa es mi propia especulación). Ahora bien: ¿Serán solo seres diminutos que no interaccionan con nosotros? ¿Sino son “seres”, qué son? ¿Podrían ser los mismos creadores de nuestro mundo?… Esas son preguntas de las que uno se hace en el preludio del sueño, buscando su contestación, pero ¿no habíamos dicho que habíamos integrado el sueño en la realidad o era la realidad en el sueño?
9. ¿Qué podemos esperar de ti en el futuro? ¿Estás trabajando en nuevos proyectos que nos puedas adelantar?
Como menciono en el prólogo del libro, mi ilusión es poder publicar las siguientes entregas de Génesis: rama roja, rama helada, entresijo de ramas y tronco. Actualmente intento promocionar, con la inestimable ayuda de la editorial Círculo Rojo, de Elescritor.es, de Todocultura.es…, esta primera entrega. Mientras intento dedicar algún tiempo a seguir «disfrutando» escribiendo una presecuela; a la espera de ver si Zhara, una maga y/o adivina de las tierras del sur y un tal Abdul de una secta, llamada, de los alhazreds (¿les suena?) pueden, gracias a los que lean esto y se animen a leer Génesis, Rama verde, salir a la luz pública.