- ¿Cómo fue el proceso de pasar de escribir artículos de opinión a lanzarte a la novela con La energía del punto cero? ¿Qué te motivó a dar ese salto?
Era el paso lógico, fue un proceso natural. He escrito artículos de opinión desde hace años en medios digitales, intentando contribuir con un punto de vista alternativo a visualizar problemas con escaso foco mediático. Sentía la necesidad de hacer esa aportación, tenía algo que contar. Con la escritura de ficción pasó un poco lo mismo. Había una historia rondándome la cabeza y sentía la necesidad de ponerla sobre papel. El trabajo que implicó resultó ser mayúsculo en comparación a la redacción de artículos cortos, pero la tarea de investigar y escribir era tan apasionante que el proceso mismo me fue empujando.
- En tu obra exploras temas complejos como el electromagnetismo y la energía del vacío. ¿De dónde proviene tu interés por estos temas tan técnicos y cómo los integras en una narrativa de ciencia ficción?
En la novela, la técnica ha estado al servicio de la historia. Más allá de mi formación en electrónica, ha sido la curiosidad por conocer cómo funciona la mataría y la energía a tamaños muy reducidos, la que me ha dado las herramientas para escribir sobre esos temas con cierta confianza. Lo que la ciencia ha descubierto que ocurre a la escala de los electrones y de los cuarks (que dan forma a los protones y neutrones), es tan increíble que raya en lo prodigioso. Y, ¿qué decir acerca de lo que la física todavía no sabe, pero intuye? Esos fenómenos dan manga ancha a la imaginación para hacer de las suyas al dar forma a la historia, mientras la cobija con cierta aura de “posibilidad”. En todo caso, la propia trama de la novela definía hasta donde había que escarbar en cada concepto, intentando que el lector se sumergiera en la historia, y creyera que lo que está leyendo, al menos durante el breve momento que dura un párrafo, podía ser posible.
- La energía del punto cero no solo toca el lado científico, sino también el miedo y la insignificancia humana frente al universo. ¿Cómo surgió la idea de mezclar estos conceptos tan distintos en una sola historia?
Los avances en la exploración espacial nos han hechos consientes de que nuestro mundo no es más que una minúscula mota de polvo flotando en la inmensidad del cosmos. Apenas conocemos una diminuta parte de todo cuanto nos rodea, eso, es una realidad. Sin embargo, echando la vista atrás para indagar en la evolución del progreso humano, es inevitable toparse de forma reincidente con periodos en blanco, paréntesis en los que parte del conocimiento se ha destruido, borrado para comenzar de nuevo desde cero. El miedo, esa emoción protectora que nos ayudó a perdurar en tanto dábamos nuestros primeros pasos como especie, posee un lado tenebroso en lo que respecta a la relación entre humanos. Relacionando esos conceptos, la novela inocula la duda de hasta donde llegaría el nivel de nuestro desarrollo tecnológico, si tanto borrón y cuenta nueva no hubiese ocurrido.
- Rajiv Kapoor, el protagonista de tu novela, enfrenta desafíos que lo llevan más allá de su comprensión. ¿Cuánto de ti mismo está en este personaje y cómo crees que el lector puede identificarse con él?
Son varios los personajes que deambulan en las subtramas de la novela y seguramente cada lector les atribuirá preeminencias diferentes, según sus afinidades. Desde luego, Rajiv Kapoor es un personaje complejo que va evolucionando a medida que la historia crece, como nos ocurre a todos a lo largo de la vida, a fin de cuentas. Siempre he sido bastante curioso y no he tenido reparos a la hora de recorrer diversos caminos, en ese aspecto podría sentirme identificado con Rajiv.
- Tu novela trata sobre el temor ancestral del ser humano frente a lo desconocido. ¿Cómo lidias tú, como escritor, con tus propios miedos al crear y publicar tu obra? ¿Es un proceso liberador o aterrador?
Al poner el punto final a novela, la sensación fue de liberación, hasta cierto punto de éxtasis. No obstante, al ser la primera, las inquietudes sobre si era lo suficientemente buena como para dar el paso de publicarla brotaron con fuerza. Efectivamente, de repente el entusiasmo se había transformado en algo aterrador. Mis lectores cercanos, mi esposa y amigos, me brindaron la confianza para culminar el proyecto. Las dudas iníciales se desvanecieron y la confianza en la obra que he creado prevaleció.
- En la novela, el deterioro de la influencia gravitatoria de la luna podría significar el fin de la vida en la Tierra. ¿Qué mensaje intentas transmitir con esta amenaza sobre el frágil equilibrio del planeta?
El nuestro es un planeta atípico, es una rareza del universo, y deberíamos ser conscientes de la suerte que nos ha tocado. Como especie consciente, ya deberíamos haber aprendido que el crecimiento desmesurado y carente de responsabilidad siempre trae consecuencias. Solo tenemos un mundo en donde vivir, si lo estropeamos se acabó. Colonizar otros planetas, por ahora, está lejos de nuestro alcance.
- Como escritor novel, ¿qué dificultades has encontrado en el proceso de publicación? ¿Sientes que es difícil hacerse un lugar en el mundo literario actual?
Antes de dar el paso de autopublicar, envié el manuscrito a una gran editorial. De forma escueta, y muy amablemente, me contestaron que no. He de decir (no tengo del todo claro si a mi favor o del cribador), que la versión que les envié no terminó siendo la que se publicó. Evolucionó bastante, hasta llegar a la imprenta. Quizás, su negativa me haya motivado a repasarla de nuevo, a no más poder, como ocurre con las buenas obras. Puede que las cosas hayan ocurrido como debían.
Es muy complicado que las grandes editoriales del género apuesten por autores noveles. Usualmente van a lo seguro, publicando a escritores consagrados o a promesas emergentes que ya cuenten con un público de multitudes. Por mi parte, estoy satisfecho con el resultado de mi primera experiencia y, ahora mismo, tengo varias historias en proceso. Quizás, la próxima, ya veremos.
- Por último, ¿qué proyectos futuros tienes en mente? ¿Te gustaría seguir en el camino de la ciencia ficción o explorar otros géneros?
Tengo entre manos algunas ideas por desarrollar. Vienen de muy atrás, de antes de empezar mi primera novela, parece ser que las historias maduran a ritmos diferentes. Una transcurre en un periodo histórico convulso de Centroamérica, otra, tratará sobre una novedosa fuente de generación de energía que se sale de control, y ambas las abordaré desde la panorámica que brinda la ciencia ficción. Por ahora, exploraré este género. A corto plazo seguiré por esa vía, aprovechando la experiencia acumulada y la confianza que me ha infundido el proceso de investigación que requirió este primer trabajo. Luego, ya veremos, recorrer diferentes caminos nunca me ha sido ajeno.