“Diez ensayos de física básica” aborda temas muy diversos. ¿Cómo fue el proceso de selección de estos ensayos?

Estos ensayos se enmarcan en un proyecto divulgativo de mi instituto del CSIC, que es el IFIC (Instituto de Física Corpuscular). Este proyecto se llevó a cabo en 2005 y consistía en comentar algún tema reciente bajo la forma de un artículo o ensayo. Por esta razón los temas sobre los que escribo son temas que aparecieron (generalmente en la prensa) alrededor de 2005. 

Has explorado géneros tan variados como la poesía, el ensayo y el teatro. ¿Qué te impulsa a moverte entre tantos estilos?

Yo alterno un poemario con un ensayo. Cuando es posible, transformo el ensayo en obra de teatro. Yo me considero como escritor de teatro y poesía, como muchos poetas o dramaturgos muy conocidos. 

¿Hay algún aspecto de la física que consideras especialmente difícil de transmitir de forma accesible?

Todo aspecto de la física en transmisible de forma divulgativa, pero si se quiere hacer bien, requiere un inmenso trabajo. La mayoría de los trabajos científicos divulgativos están mal hechos y son difíciles de entender, pero a pesar de ello nunca carecen de interés. Hay gente que piensa que debe de entender un trabajo divulgativo tras una primera lectura, pero lo normal es que tenga que leerlo varias veces y compararlo con artículos escritos por otros autores sobre el mismo tema. 

Eduard Roth posando para Todocultura.es

¿Hay algún físico que te fascine?

Por supuesto me fascinan lo grandes físicos como Galileo, Newton o Einstein. Entre los menos conocidos, me interesa el caso de Werner Heinsenberg, que tuvo que decidir si podía trabajar en una bomba atómica para Hitler. La respuesta es negativa, pero no todo el mundo está de acuerdo. 

¿Cómo crees que ha cambiado la importancia de la física desde los tiempos antiguos hasta el descubrimiento del bosón de Higgs?

Todas las ciencias son importantes. No creo que haya ninguna ciencia más importante que otra, aunque lógicamente tiendes a pensar que lo que tu haces es lo más importante. Los grandes descubrimientos científicos suelen ocurrir allí donde menos se les espera. 

¿Hay algún punto en común entre la ciencia y la poesía?

Muchos científicos conocidos eran grandes amantes de literatura en general, y de poesía en particular. Un caso que me viene ahora a la cabeza es el de Oppenheimer, cuyo libro de cabecera era “Las flores del mal” de Charles Baudelaire. 

¿Crees que es posible vivir exclusivamente de la divulgación científica en España?

Yo creo que no, pero hay gente que vive de eso en otros países.

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