– “Noche sin dormir” es una obra que surge en un momento muy particular de tu vida. ¿Cómo influyó tu diagnóstico en la creación de estos poemas y canciones?
Dio vida a alguna poesía y canción, como por ejemplo “El dolor”, pero en la mayoría influyó poco, pues es una recopilación y ya estaban escritas cuando llegaron las malas noticias.

– Has vivido muchas aventuras y desventuras a lo largo de tu vida, recorriendo diferentes países y culturas. ¿Cómo han moldeado estas experiencias tu visión de la vida, y cómo se reflejan en tus escritos?
Mucho, porque cuando estás trabajando en un país diferente, con culturas tan distintas, y separado de todo lo que amas, pues echas de menos muchas cosas y personas. Por otro lado, aprendes y conoces gente muy diferente que te enriquece. El viajero echa de menos su casa, pero cuando está en casa, sueña con su próximo viaje.

– En tu obra hablas de temas como el amor, el desamor, el dolor y la frustración. ¿Cuál de estas emociones te resulta más difícil de escribir y por qué?
Mi forma de escribir es un poco particular porque no me pongo delante de un folio en blanco y pienso en algo. Más bien, las cosas surgen; me llega una frase y continúa otra, a veces un par de estrofas. Las suelo apuntar y luego las trabajo, otras veces me sale entera una estrofa detrás de otra sin pensarlo mucho. Así que más bien espero que surja el momento de inspiración.

Willy, autor de Noches sin dormir.

– Dices que “Noche sin dormir” es “la obra de tu vida”. ¿Qué significa esto para ti? ¿Cómo crees que esta obra refleja tu esencia y tu trayectoria personal?
Para mí fue todo un halago que mi obra valiera para ser publicada. No sabía si iba a gustar o si la editorial aceptaría mi libro, y resultó que sí. Cuando vi la valoración que me hicieron, quedé sorprendido y, por supuesto, muy feliz. Nunca había publicado nada, y lo que escribo son experiencias propias en su mayoría, así que esta obra refleja mi trayectoria.

– En tus poemas invitas a la reflexión vital, combinando sensibilidad con fuerza e intimidad. ¿Cuál es el mensaje más importante que te gustaría transmitir a los lectores con tus palabras?
Que hay que tirar para adelante, pase lo que pase. La vida es muy bonita para quedarse solo con un mal momento. A veces es jodido continuar, pero siempre merece la pena. El mundo sigue girando y hay que ir con él. Seguro que a la vuelta de la esquina esperan más alegrías, y es con lo que me quedo.

– ¿Cómo ha sido para ti el proceso de abrirte y exponer tu lado más íntimo y personal en esta obra? ¿Sientes algún miedo o vulnerabilidad al compartir tanto de ti mismo?
El proceso empezó como quien no quiere la cosa, con una recopilación para mis padres que me propuso mi sobrina. Una vez hecha la recopilación, se me ocurrió mandarla a dos editoriales, y mi sorpresa fue que de ambas recibí una buena crítica, así que decidí publicarla.
Nunca sentí miedo o vulnerabilidad, soy lo que soy y nunca me escondo; la coraza me la quité hace mucho tiempo.

– Sabemos que vivir del arte no es sencillo. ¿Qué desafíos has enfrentado al publicar “Noche sin dormir” y cómo los has superado?
Desafíos pocos. Conseguir el dinero para la autoedición fue lo más jodido. Cuando vives al día no te sobra la pasta, así que cuando llegó el retiro, tuve que esperar a cobrar la extra para darle para adelante.

– Si pudieras escoger una de tus poesías o canciones de “Noche sin dormir” que mejor represente tu vida y tu lucha, ¿cuál sería y por qué?
Sería la de “Somos lo que podemos”, porque esta sociedad muchas veces no te deja o te complica mucho la vida. También los miedos que llevamos dentro te frenan. Esa poesía nació por todas las trabas que pone la burocracia para los matrimonios mixtos; yo tardé 6 años en poder casarme con la persona que amo.

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