Zack Lenders "Mimetia: Los archivos crípticos"Zack Lenders "Mimetia: Los archivos crípticos"

En “Mimetia: Los archivos crípticos”, exploras temas relacionados con el terror. ¿Qué te atrajo de este género y cómo influyó en la creación de tu obra?

Mi madre ha sido siempre muy fan del terror y recuerdo cómo una noche de verano de 1996 vi con ella un telefilm basado en una historia de Stephen King titulada The Langoliers y, pese a lo pobre de los efectos especiales y las actuaciones, en mi mente infantil eso que estaba contemplando era increíble y me mantenía tranquilo y en silencio (que, por aquél entonces, era todo un logro). Le siguieron otras tantas adaptaciones del rey como It, Misery o La rebelión de las máquinas que disfrutaba junto a mi madre y despertaban en mí ese nerviosismo por querer saber cómo iban a acabar las historias. Y, por supuesto, todo este proceso de interés por el terror culminó cuando con nueve años jugaría en mi flamante PlayStation al legendario Silent Hill (creyendo, eso sí, que se trataba del Resident Evil 2 que había jugado en casa de un amigo).

Sumergirme en esa experiencia siendo tan joven me despertaría un gran interés por todo lo relacionado con el terror en general, y en la adolescencia tuve tiempo más que de sobra para leer y jugar, conociendo así a Lovecraft, Clive Barker, Junji Ito y una larga lista más de autores que hicieron que me rendiese definitivamente al género. Y es evidente que, habiendo tenido este bagaje, Mimetia: los archivos crípticos beba un poco de todo ese vasto mundo que es el terror.

La decisión de utilizar inteligencia artificial para ilustrar tu libro es única y llamativa. ¿Qué te llevó a optar por esta tecnología y qué crees que aporta a la experiencia del lector?

Básicamente, me inspiré en el género creepypasta para ello, ya que lo que más me impactó de historias como Slenderman o The Show M cuando las leí era esa evidencia fotográfica tétrica y casi imposible de creer que daba verosimilitud a lo narrado con anterioridad. Una ilustración bien hecha puede generar desasosiego, pero una imagen perturbadora que puede pasar como real no solo te causará escalofríos, sino que, además, te helará la sangre. Eso es lo que buscaba a la hora de añadir las fotografías generadas mediante inteligencia artificial: complementar la narración y el universo literario con evidencias acerca de lo explicado, de modo que el lector pueda llegar a dudar si los casos descritos en Mimetia: los archivos crípticos son reales o no.

¿Cómo describirías la cultura del terror y su importancia en la literatura contemporánea?

Desde mi punto de vista, podría hasta decirse que ha sido un factor determinante en el proceso evolutivo que hemos sufrido. La adrenalina o el morbo que sentimos al disfrutar de una obra de terror nos obliga a permanecer impacientes hasta llegar a conocer su desenlace o el destino de sus personajes. Pero no sólo eso: el género del terror nos permite generar un conflicto entre lo que yo llamo antihumano (criaturas grotescas superiores a nosotros, asesinos crueles y despiadados de cualquier raza o clase social, entes incorpóreos y entidades intangibles que moran en diferentes planos de existencia y que nos llevan al borde de la locura…) y la propia sociedad humana, reflejada mediante gente de a pie apenas preparada para lidiar con criaturas de este tipo.

La literatura de terror es un monográfico histórico que plantea los miedos más internos de la sociedad humana a lo largo del tiempo: desde los demonios y seres de inframundo en la literatura clásica pasando por la naturaleza y el concepto de “sublime” del romanticismo oscuro, la ciencia, con un primer boom en la literatura gótica y un segundo resurgir en el cine y los videojuegos de los años ochenta y noventa o la tecnología, cuyos subtemas que más obras de terror han generado en las últimas décadas son referentes al espacio y la inteligencia artificial. Estudiar la cultura del terror y su evolución requiere entender de manera indirecta contextos socioculturales muy concretos, y no es descabellado afirmar que lo que hace cuatrocientos años aterrorizaba a la mitad de la población europea, hoy ni siquiera lo tengamos en mente.      

Zack Lenders "Mimetia: Los archivos crípticos"
Zack Lenders “Mimetia: Los archivos crípticos”

¿Qué desafíos enfrentaste al incorporar elementos de inteligencia artificial en tu proceso creativo?

Principalmente, conseguir generar imágenes que me pudieran cuadrar dentro del universo de las historias de la obra. Fue una decisión que me costó llegar a madurar, más que nada porque sé que la utilización de la inteligencia artificial para estos fines puede ser muy criticada, y nunca para bien (risas). Pero si se revisan todas las imágenes (creo que en total hay 101) cualquiera puede llegar a comprender que, para realizarlas sin la utilización de este tipo de herramientas obteniendo un acabado similar requeriría viajar a diferentes localizaciones, un buen material de fotografía e iluminación, actores que encarnasen a los protagonistas de la historia, maquilladores para las transformaciones, editores de imágenes, diseñadores con conocimientos para generar virtualmente modelados para las imágenes más creepy y de ciencia ficción, entre un largo etcétera. Imagina el tiempo que podría llevar para juntar todos estos recursos tan sólo para obtener una versión de una imagen, y ya no te digo el coste que tendría que correr para pagar a cada profesional como corresponde. Todo esto junto con el hecho de que estudié un master de inteligencia artificial y ciencia de datos me hizo decantarme, en efecto, por trastear con esta tecnología para generar las evidencias que acompañan las historias de Mimetia: los archivos crípticos. Y, sinceramente, creo que el resultado habla por sí mismo.

¿Cuáles fueron tus referentes literarios al escribir “Mimetia: Los archivos crípticos”? ¿Hubo autores u obras en particular que te inspiraron?

Como ya comenté anteriormente, H.P. Lovecraft es un pilar muy importante de mi adolescencia y, como tal, me hacía ilusión poder escribir algo basándome en su universo -salvando las distancias, por supuesto-. Barker y su The Hellbound Heart es también un referente a nivel de atmósfera y creaciones infernales (los cenobitas son una pieza clave de inspiración para la trama de ciertas historias de Mimetia: los archivos crípticos). Y bueno, King me haabierto todo un mundo que explorar en el ámbito del thriller que estoy intentando poner en práctica en mi segunda novela, que se alejará bastante del concepto de terror cósmico. Finalmente, Junji Ito y Junza Unno han hecho que la parte más grotesca y perturbadora del terror se haya ganado un rincón importante en mi corazón.     

Además de la literatura, ¿qué influencias externas, como el cine, la música y los videojuegos, contribuyeron a dar forma a tu obra?

¡Uff! Hay tantísimas que me daría para escribir una novela aparte (risas). En lo referente a obras del séptimo arte, me atrevería a decir que el subgénero de terror que más me ha marcado en mucho tiempo es el found footage, con obras como Megan is Missing, REC, Cloverfield, Lake Mungo u Holocaustro caníbal, aunque no puedo ignorar películas tan increíbles como El exorcista, La autópsia de Jane Doe o Aterrados. En cuanto a música, soy de esos que la escuchan a todas horas, incluso cuando escribo. Por lo general, soy afín a cualquier género menos al reggaetón y el rap, pero siento más afinidad por el metal progresivo, industrial y death melódico, por lo que podemos decir que grupos como Tool, In Flames, Cradle of Filth o Death también han contribuido a nivel de influencias de una u otra manera. Tampoco me puedo olvidar de videojuegos como Silent Hill (en especial los cuatro primeros), The Evil Within, Outlast, Rule of Rose, Dead Space  o Alan Wake. Y para acabar (y no menos importante) una mención especial a creadores de contenido como Dross, Davo Valkrat, Tri-Line e Iker Jiménez, que dominan el misterio como pocos.

Es muy posible que el concepto de terror fuera completamente distinto de no haber tenido acceso a todas estas obras y creadores de contenido.    

¿Cómo crees que los diferentes medios de entretenimiento, como el cine y los videojuegos, han influido en la narrativa y la estética del género de terror en la literatura?

Me apena afirmar, según mi punto de vista, que el género de terror está de capa caída. Últimamente se están haciendo muchos remakes a nivel de terror en la industria del cine y no sé si es señal de que existe falta de inspiración o de que el género realmente está saturado. Hace muchísimo tiempo que no me asusto con una gran superproducción y por eso acabo recurriendo a películas de menor presupuesto de found footage, con una capacidad de sumersión y narración bastante mejores a, por ejemplo, el remake de El exorcista que nadie pidió. Con los videojuegos pasa un poco lo mismo, pero tienen la excusa de que realmente se puede mejorar la experiencia terrorífica de juegos como Resident Evil con la mejora gráfica y tecnológica que tenemos hoy en día, por lo que dentro de la falta de originalidad, aun puedo considerar que ofrecen un producto muy disfrutable. Creo que se ha perdido un poco la esencia y el norte en cuanto al terror y se aboga más por la espectacularidad y el susto fácil, elementos que, paradójicamente, no solo no aseguran una experiencia terrorífica, sino que acaban empañándola.

La atmósfera y la ambientación son aspectos importantes en el género del terror. ¿Cómo trabajaste para crear una atmósfera inquietante y perturbadora en tu libro?

Intento hacer personajes realistas que ven envueltos en situaciones o sucesos que no pueden ser explicados con la física, ciencia o los conocimientos que tenemos acerca del mundo actualmente. Ese choque de opuestos se adereza con las evidencias fotográficas para sacudir los sentidos del lector y sentirse tan confundido, perdido y desesperado como los protagonistas que viven las historias de Mimetia: los archivos crípticos. La realidad supera la ficción, y esa es la máxima en la que trabajo para intentar que el terror se pueda casi palpar en la obra.

¿Crees que la inteligencia artificial podría convertirse en una herramienta común en la creación de obras literarias en el futuro?

Sin duda. Hoy en día ya hay muchos autores que traducen sus obras mediante ella e incluso corrigen posibles faltas de ortografía y estilo. Si se usa como un complemento, puede ser algo muy beneficioso que aporte un nivel más de originalidad y profundidad a una obra literaria (como, en mi caso, esperaba conseguir generando las fotografías que ilustran las historias de Mimetia: los archivos crípticos). Sin embargo, la capacidad de la inteligencia artificial para crear puede ser un arma de doble filo ya que plataformas como Amazon han limitado a tres el número de obras que pueden subirse por día a su plataforma de KDP debido a que hay muchos “autores” que actualmente utilizan la inteligencia artificial para crear novelas, cuentos infantiles o libros de poesía en su totalidad, publicando dichas obras como si fuesen originalmente suyas y perjudicando a aquellos que escribimos utilizando únicamente nuestra imaginación y pluma/ordenador. En resumidas cuentas, creo que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y, como todo, es una gran herramienta si se usa adecuada y honradamente.

¿Qué consejos le darías a otros escritores que estén interesados en explorar la inteligencia artificial como parte de su proceso creativo?

Que siempre lo hagan con el fin complementar y enriquecer su obra, y que jugueteen con ella hasta obtener los resultados que esperan.

¿Cuál es el mensaje principal que esperas que los lectores obtengan de “Mimetia: Los archivos crípticos”?

Que el miedo puede aparecer sin previo aviso en el momento más insospechado, y que no todo es lo que parece… quién sabe si la conversación que estamos teniendo tu y yo ahora mismo no está sucediendo realmente… (risas)

Zack Lenders "Mimetia: Los archivos crípticos"
Zack Lenders “Mimetia: Los archivos crípticos”

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