Francisco, tienes una trayectoria impresionante, con obras que abarcan desde la psicología y sociología hasta la poesía y la historia. ¿Qué te llevó a explorar el género de la novela con La joven de la fotografía?
Adentrarme en una problemática de alteración de la personalidad, cuya presencia empieza a ser predominante en una variedad de casos que van surgiendo en medios de comunicación social como YouTube, Facebook, Reels, etc. Exponiéndolo de una forma clara sin entrar en tecnicismos, pero manteniendo el rigor, aunque sea en el lenguaje que permite una novela.
En esta novela, te adentras en la compleja dinámica del narcisismo en las relaciones de pareja. ¿Qué te inspiró a centrarte en esta temática y qué crees que aporta al lector en un contexto actual?
El conocimiento de numerosos casos de denuncias de víctimas que, durante muchos años de pareja, al final han enfrentado una ruptura de forma dramática y dolorosa.
Como psicólogo, has tratado con temas de alteraciones de la personalidad y toxicidad en el comportamiento. ¿Cuánto de tu experiencia profesional ha influido en el desarrollo de los personajes y sus interacciones en la novela?
Mi experiencia en esta temática ha sido básica, sobre todo para construir los escenarios y personajes, sabiendo subrayar los matices necesarios en la envoltura de lo cotidiano que haga más fácil su lectura.
La sociedad de hoy se ve muy impactada por el narcisismo, especialmente a través de las redes sociales. ¿Qué piensas sobre la visibilidad de estos comportamientos en plataformas como YouTube o Instagram?
Todo lo que se transmite a través de esas plataformas, de las cuales he bebido para confeccionar este y otro trabajo más de tipo académico, es muy importante, obviamente sabiendo apreciar las lecturas de situaciones emocionales que pueden estar cargadas subjetivamente sobre lo que realmente sucedió.
Uno de los aspectos centrales de la novela es cómo la víctima de una relación narcisista puede hacer frente a esta situación. ¿Qué herramientas o reflexiones ofreces en tu obra que puedan ser de ayuda para quienes enfrentan este tipo de relaciones en la vida real?
A lo largo de la novela, cuando ya se ha producido el descarte, la víctima, tras un periodo de duelo y de dolor, debe reconstruirse para salir del agujero negro donde quedó destrozada. Aunque no se ofrece un catálogo exhaustivo de herramientas, aparecen algunas recomendaciones sobre lo que se puede hacer y lo que no se debe continuar haciendo.
Has sido profesor y conferencista en muchas áreas, y también autor de múltiples artículos y libros. ¿Qué diferencia encuentras entre la enseñanza académica y la narrativa de ficción como formas de comunicar ideas complejas sobre la psicología y la sociedad?
La narrativa es más directa y entendible, además se puede acompañar en la novela con la creación de ambientes adornados que favorecen canciones, poesías, impresiones de viajes, etc.
La literatura, como el arte en general, es una ventana a temas difíciles y a veces dolorosos. ¿Qué desafíos encontraste al escribir sobre temas tan oscuros y cómo lograste que la novela fuera accesible y enriquecedora para los lectores?
Es muy importante no solo el nivel del lenguaje al plasmarlo en papel, sino también su forma y recorrido, que sea atractivo para que el lector continúe y sienta que está tomando el pulso a lo que ocurre con los personajes.
Para finalizar, ¿qué otros proyectos literarios o académicos tienes en mente? ¿Veremos más novelas tuyas que aborden temas psicológicos y sociales tan relevantes como el narcisismo?
Algunos ya han pasado de la mente al papel. Tengo finalizada una novela sobre una temática muy distinta. Estoy agrupando de mi página de Facebook La Décima Puerta, donde llevo varias décadas publicando. Dos textos, uno titulado Pensamientos y relatos para pensar y otro más complejo que llevará el título de esta página, que abarca desde novedades de la física cuántica hasta temas de espiritualidad. Entre esos dos extremos hay una abundante recopilación de artículos muy variados y atractivos para aquellas personas que tengan interés en ser algo más que simples lectores.