- ¿ Qué te inspiró a escribir «La toma del poder por el general de Gaulle», en forma de obra de teatro y con la perspectiva de reconocidos escritores?
Mi obra no es ni un libro de historia, ni un ensayo histórico, ni una historia novelada. No sigue las pautas de un relato cronológico. Es sin embargo una ficción donde aparecen las ideas de los personajes, por lo general entresacadas de sus escritos más conocidos, o parodiándolas. Yo creo que una obra de teatro es la mejor forma de implementar todos estos objetivos. Aunque volveré más adelante sobre este tema, en el fondo mi obra de teatro es una incitación a leer los autores que aparecen. La toma del poder por el general de Gaulle es solo el fondo histórico que los diversos escritores pueden elegir como tema (caso de Sartre) o simplemente ignorarlo (caso de Yourcenar).
- Tu obra analiza los acontecimientos en Francia entre 1940 y 1970, una época de oro para la literatura francesa. ¿Por qué decidiste concentrarte en este periodo específico?
Mi obra es una incitación a la lectura de doce escritores, donde aparecen aquellos que a, mi modo de ver, pueden aportar más a un lector que desconoce la literatura francesa de este periodo. Entre los escritores escogidos hay novelistas, filósofos y dramaturgos. En la elección, y no puede ser de otro modo, intervienen mis propios gustos, es decir, los que más me han aportado a mí. Pero para hacer una selección, se necesita un periodo donde abundan escritores con talento, es decir un periodo de oro. Existen otros periodos de oro de la literatura francesa, pero no con tantos escritores comprometidos políticamente. Ese compromiso es el nexo entre los diversos escritores.
- Tu obra parece ser una exploración profunda de la relación entre literatura e historia. ¿Como crees que la literatura puede arrojar luz sobre los eventos políticos y sociales de una época?
La literatura tiene casi siempre carga histórica, porque las primeras obras de los novelistas suelen ser autobiográficas. Existen incluso novelistas cuya obra es casi enteramente autobiográfica, como Semprún, Duras, Genet o Beauvoir. La obra de Duras es un testimonio fiel y esclarecedor sobre lo que representaba el colonialismo en Indochina. Dicho esto, me interesa más el escritor por su obra literaria que por su testimonio histórico.
- Has publicado una variedad de libros de texto, ensayos y poemarios, antes de escribir esta obra. ¿Cómo se compara tu experiencia escribiendo teatro con tus otros trabajos literarios?
El teatro es lo que se adapta mejor a lo que quiero trasmitir al lector, que como he dicho, es una obra literaria. No es una ficción pura, como puede ser una novela. Pero cuando quiero hacer ficción pura, escribo poesía.
- ¿Qué desafíos enfrentaste al investigar y escribir sobre un periodo tan complejo como el de Francia entre 1940 y 1970?
El desafío más importante es el de familiarizarme con las obras de los doce escritores elegidos. Hay casos en los que esto no me ha sido posible, por ejemplo en el caso de Sartre o Simone de Beauvoir, cuyas obras requieren conocimientos filosóficos previos. En estos casos acudo a obras sobre sus obras.
- ¿Qué mensaje esperas que los lectores saquen de tu obra?
Como explico en la primera pregunta, mi deseo es incitar al lector a leer escritores franceses del siglo XX. Mi libro se puede consultar como una guía. La literatura anglo-sajona tiene guías excelentes, dada la preponderancia del idioma inglés sobre las demás lenguas, pero no creo que esa preponderancia sea real en el campo de la ficción. A mí me gustaría tener guías como la que presento en mi trabajo sobre literatura alemana o italiana, que desconozco en su mayor parte.