• ¿Cómo surgió la idea de escribir “La Sombra de la Torre Iznaga” y qué motivó el regreso a esa historia después de tantos años?
La ide surgió muy pronto, al finalizar el primer viaje. Pronto me di cuenta de que tenía una historia especial y que, como he dicho más de una vez, “estuvo guardada en el cajón de los sueños poco creíbles” hasta que, veinte años después, la niña Juana volvió a llamar a mi puerta y entendí que había llegado el momento de retomar el pasado porque… no quería luchar contra el destino.
• En tu novela, se explora la conexión entre amor, dinero, profecías intrigantes y relaciones de alto nivel en el gobierno cubano. ¿Cómo equilibraste estos elementos para crear una trama cautivadora?
Me fue relativamente sencillo, pues tenía todos los ingredientes en una historia intrigante llena de emociones fuertes, solo tenía que hacer una cosa, ordenarla y contarla.
• Dada tu experiencia como operador de cámara y fotógrafo en Cuba, ¿cómo influyeron tus viajes y encuentros con la cultura cubana en la creación de la trama y los personajes de la novela?
La cultura cubana es muy rica en historias envolventes que te atrapan, por lo tanto, en esta historia he estado “como pez en el agua” los personajes de la novela han sido mis compañeros y les he cogido cariño a pesar de que me siguen quitando muchas horas de sueño.
• Eduardo, el protagonista de la historia, emprende un viaje a Cuba con el propósito de filmar una película de pesca. ¿En qué medida tus propias experiencias de viaje y trabajo en Cuba influyeron en la elección de este escenario y la trama relacionada con la pesca?
La verdad es que el escenario no lo elegí yo, es el que era. Me pagaban para ir a Cuba para grabar una película de pesca, a partir de ahí, todo fue un torrente de acontecimientos que fueron fluyendo durante 23 años en una historia envolvente con un duro final.
• La novela presenta personajes complejos como Begoña y Rodolfo Pérez Martín. ¿Cómo desarrollaste y diste vida a estos personajes para que fueran memorables y convincentes en la historia?
Sobre Begoña, descendiente directa de la niña Juana con alguna profecía sobre ella, y, Rodolfo Pérez Martín, el ministro más carismático del gobierno de Fidel Castro, del cual supe que para ser feliz solo podía serlo fuera de Cuba, tenía claro que, lo único que debía de hacer era sacarlos a la luz pública con pulcritud y sin abusar de los personajes. Pues, solo eran parte de la vida de una persona con un carácter arrollador que durante años fue un referente en las exportaciones a Cuba.
• “La Sombra de la Torre Iznaga” está inspirada en hechos reales. ¿Cómo manejaste la línea entre la realidad y la ficción durante el proceso de escritura?
La Sombra de la Torre Iznaga tiene una historia con parte de realidad y parte de leyenda, yo, como escritor, la cuento, pero… en cada historia, la realidad o la ficción siempre la marca el lector.
• Hablas de la sombría profecía que rodea a Begoña en la novela. ¿Cómo abordaste el elemento de las profecías en tu narrativa y qué significado juegan en el desarrollo de la trama?
El elemento de las profecías está tocado con moderación y psicológicamente está durante buena parte de la trama. Juega un papel importante ya que viene a decir algo así como que, “siempre que el destino está escrito, el luchar contra él solo nos trae desgracias”.
• En tu biografía, mencionas la preparación de documentación para tu próxima novela, “El regreso”. ¿Puedes compartirnos un poco sobre qué podemos esperar de esta nueva obra?
Mi próxima novela “El regreso”, es una obra trepidante, escrita para los amantes de las emociones fuertes, del suspense y de la intriga, con giros argumentativos que enganchan al lector y que no es capaz de dejar el libro. En la línea de La Sombra de la Torre Iznaga.