¿Cómo surgió la idea de crear un mundo distópico con la tecnología como eje central en OCMO?
Es evidente que el impacto de la tecnología en la sociedad es asombroso e indiscutible. Y el desarrollo de la tecnología es exponencial. Me gusta pensar en aspectos de nuestra vida que la tecnología puede mejorar y uno de los más importantes es el aprendizaje. Pero, como cualquier disrupción tecnológica, puede traer consecuencias negativas, y un ejemplo es la posible manipulación a las personas. De toda esa mezcla sale la novela.

¿Qué es lo que más te fascina del concepto de unir el cerebro con la tecnología, y qué peligros crees que podríamos enfrentar en el futuro si esto se convierte en realidad?
Lo que más me fascina son las posibilidades que ofrece para solucionar enfermedades. Ya se están viendo avances relacionados con el párkinson, tumores, etcétera. Los mayores peligros creo que vienen por dos lados: el primero es que el cerebro es un órgano muy desconocido y cualquier acción sobre él puede tener consecuencias a largo plazo; el segundo, que puede generar diferencias entre las personas. Si los avances tecnológicos sólo se aplican a los más favorecidos, la brecha entre ellos y los más vulnerables será cada vez mayor.

La novela toca temas profundos como el control social y la manipulación a través de la tecnología. ¿De dónde nace tu preocupación por estos temas?
Es una realidad a la que estamos expuestos y no sé si la gente es consciente de ello. La sociedad se está radicalizando y se está perdiendo el espíritu crítico. Las personas consumen bulos y fake news sin casi darse cuenta. Y el linchamiento social se está convirtiendo en una práctica habitual. No hablo sólo de España; es a nivel global y sin diferencia de ideologías. Aplica a la sociedad, la política, las religiones, los deportes, a todo.

¿Te consideras una persona optimista o pesimista respecto a la evolución tecnológica de la humanidad?
Optimista, sin duda. La tecnología es el aprovechamiento del conocimiento científico (lo dice la RAE, no yo). El fuego es tecnología. Sin la tecnología es probable que ya nos hubiéramos extinguido. El reto es lograr que no nos extingamos por el uso que hacemos de la tecnología.

Al ser tu primera novela larga, ¿cuál fue el mayor reto que enfrentaste durante el proceso de escritura y edición de OCMO?
Fueron muchos, pero creo que el más importante fue lograr que hubiera tensión durante toda la obra. Intentar que el lector no entrara en zonas en las que sintiera que no pasaba nada. Y, paralelo a eso, que la evolución de los personajes fuera creíble y constante.

Pablo Jaime López Simón, posando para Todocultura.es

¿Tienes alguna anécdota curiosa o memorable del proceso creativo que quieras compartir?
El otro día una de mis hijas me recordó la primera vez que les conté la trama de OCMO. Estábamos de paseo por la montaña en una ruta de ida y vuelta. La vuelta se podía hacer por un camino corto o largo. Yo empecé a contarles OCMO a la ida y, estaba tan emocionado, que las convencí para volver por el camino largo para poder desarrollarlo más. Lo que no les dije es que el camino largo duraba casi tres veces más que el corto. Se enfadaron bastante conmigo. Con razón.

Tu novela parece advertir sobre los peligros del transhumanismo, pero ¿crees que hay aspectos positivos en esta corriente de pensamiento?
Seguro, muchos. De las ventajas de la tecnología ya he hablado antes. Enfocándolas en realidades que son transhumanistas actualmente, la lista es muy larga: trasplantes, chips que reducen el párkinson, exoesqueletos que permiten moverse a personas con lesiones de médula importantes, tecnologías que facilitan la visión y la comunicación de personas con discapacidades, etcétera.

Finalmente, estás trabajando en tu segunda novela. ¿Nos puedes adelantar algo sobre ella? ¿Seguirás explorando temas de tecnología y control social?
No, nada de tecnología ni control social. No tiene relación con OCMO. Es una novela de suspense. En ella, dos personas radicalmente diferentes se encuentran por casualidad y, contra todo pronóstico, inician una relación extraña e intensa. A medida que ésta avanza, deberán enfrentarse a la difícil decisión de si están dispuestos a cambiarlo todo por lo que sienten. Todo ello en un entorno marcado por la desconfianza mutua y el peligro constante. Saben que cada elección podría tener consecuencias devastadoras.

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