- ¿Qué te motivó a escribir Jueces del Inframundo durante el confinamiento? ¿Te sentiste influenciado por la incertidumbre de ese momento?
La verdad es que la motivación real fue el verme con mucho tiempo libre y la posibilidad de escribir mi primera novela. Anteriormente había escrito mi primer libro de historias cortas titulado “Relatos misteriosos con finales inquietantes” y vislumbré la posibilidad de que también me diese tiempo a escribir una historia más larga, así que me puse manos a la obra.
Respecto a la influencia, supongo que la incertidumbre del momento me influyó, aunque no lo supiese realmente en dicho momento. Lo cierto es que tanto esos primeros relatos, como la novela, se desarrollan dentro del género de lo desconocido y, al igual que nuestro futuro en dicho momento, no sabíamos lo que nos iba a deparar.
- Tu obra tiene un enfoque claramente misterioso. ¿Siempre te atrajo este género o fue algo que desarrollaste con el tiempo?
Siempre me ha atraído lo misterioso. De pequeño empecé a leer a la maestra de la literatura de intriga: Agatha Christie. Me encantaban esas novelas de “habitación cerrada” como “Diez Negritos” en las que un pequeño grupo de personas se ven envueltos en un misterio en el que hay que descubrir al asesino.
Ya de adulto me atrajo más el terror de Stephen King; novelas tan memorables como “It” o “Cementerio de Animales” en las que los protagonistas hacían frente a horrores primigenios.
- Los personajes de la novela se enfrentan a situaciones inquietantes tras el accidente. ¿Qué crees que simboliza esa sensación de desconfianza y peligro en la historia?
Como comentáis, los tres protagonistas sufren un accidente de tráfico, pero tienen la suerte de encontrarse con una joven que les ofrecerá cobijo hasta que puedan continuar con su viaje. A todos nos gustaría encontrarnos con un salvador en dicha situación ¿no es cierto? Pero la desconfianza en lo desconocido es una característica del ser humano.
Por ello, creo que la desconfianza y peligro que sientes los protagonistas de la novela hace referencia a lo que piensan muchas personas cuando viven situaciones afortunadas: “Aquí hay gato encerrado” o “Nadie da duros a cuatro pesetas”.
- Publicar un libro siempre conlleva un desafío, especialmente en tiempos tan inciertos como los del confinamiento. ¿Tuviste algún miedo o inseguridad al exponer tu obra al público?
Realmente no, puesto que anteriormente había escrito los relatos cortos que os he comentado y tuvieron muy buena acogida. Se trató simplemente de un desafío personal, enfrentándome a una historia más larga y pudiendo así comprobar que también era capaz de escribir una novela coral con bastantes personajes, y con un arco argumental que toca tanto elementos de misterio y terror, como temas históricos y mitológicos.
- El proceso creativo puede ser liberador o, a veces, extenuante. ¿Cómo fue para ti el acto de crear Jueces del Inframundo? ¿Hubo algún momento en particular que te resultó especialmente difícil o gratificante?
¡Más bien algo extenuante! Cuando me dispuse a escribir la novela, lo primero que quise hacer fue tener una idea concreta de cómo era cada uno de los personajes. Visualicé a cada uno de ellos con diversas fotos que encontré por internet, e incluso busqué a actores y actrices que podrían dar vida a dichos personajes si en algún momento la obra se llevase a la gran pantalla (todos debemos tener sueños por muy imposibles que parezcan). Una vez que tuve construidos a los protagonistas, los puse en movimiento en el tablero de juego que es la novela.
En cuanto a algo gratificante, pude comprobar que era capaz de aunar en la misma novela varios géneros literarios. El libro está dividido en tres partes muy diferenciadas. La primera parte estaría englobada en el género del misterio, la segunda en el terror (sobre todo psicológico), y la tercera en el mundo mitológico y la aventura.
- Muchos lectores disfrutan de finales inquietantes, como los que ofreces en tus relatos. ¿Cómo logras que esos giros finales mantengan al lector intrigado hasta el último momento?
Tendríais que preguntar a mis lectores para saber si realmente he logrado mi objetivo. Tal vez en este caso me he visto influenciado en un grande como es Alfred Hitchcock y su serie de televisión “Alfred Hitchcock presenta”. A todos nos suena la historia de un hombre que se hace pasar por muerto y al que entierran dentro de un ataúd. Dicho hombre solo le había contado la verdad a un amigo que se supone que va a desenterrarle, pero cuando logra encender una cerilla en la oscuridad, descubre que su amigo está enterrado junto a él. Ese tipo de finales son los que he intentado emular.
- Si tuvieras que resumir en una frase lo que esperas que los lectores aprendan de Jueces del Inframundo, ¿cuál sería?
Las apariencias engañan.