• Qué te inspiró a escribir «Mertxe Oribe: La dama de la camándula»? 

La verdad que fueron dos MUJERES, sí, con mayúsculas. Mertxe Olave y Mari Antonia Peral. A una se lo debía y a la otra también por formar parte de la historia. Esto unido a que escribir me encanta, y mi cabeza es como ese desván donde se amontona todo, dejé que se mecieran las ideas solas. 

  • ¿Hubo alguna experiencia personal o acontecimiento histórico que influyera en la trama?

Claro, el 28 de septiembre de 1936, en Vitoria cayó un avión alemán, sesgando la vida a dos personas, uno era el lechero de Vitoria Don Antonio Peral, el abuelo de mi cuñada, por eso siempre he tenido la historia tan cercana. Que por cierto en la obra tuve que trasladarla al año 1958, para que cuadrara.

  • En tu obra, mencionas el bombardeo de Abetxuko al principio del libro. ¿Cómo influyeron tus raíces y experiencias personales en la escritura de esta parte de la historia?

Evidentemente no hubo ningún bombardeo en Abetxuko, pero para mí ha sido la cuna de mis vivencias, buenas, malas y regulares. Son mis raíces, de donde vengo, de lo que no puedes olvidar nunca porque eso te puede marcar a dónde llegar. Aquí se maceraron mis reflexiones, para hoy en día poderos contar con orgullo que ABETXUKO, es mi vida y mi historia personal, por eso la cultura sigue viva porque la llevamos las personas.

  • ¿Qué desafíos enfrentaste al retratar las diferentes generaciones de la familia en tu obra?

Destacar la dificultad de cuadrar las fechas para que las edades de los protagonistas casasen y todo lo que quería meter de Vitoria y Alava no me descompensara demasiado la obra. La conexión entre las dos partes fue un auténtico reto, no nos olvidemos que es mi primer trabajo y es una dificultad a añadir. 

  • ¿Cómo lograste mantener la coherencia y la autenticidad a lo largo de las dos partes del libro?

A base de corazón, verdad y tiempo consigues un buen resultado, tras horas de trabajo y sacrificio porque no te lo regala nadie, no es cosa de suerte. La verdad que mi cabeza es un trastero de ideas, y solo es cuestión de ordenarlas.

  • ¿Cómo describirías el proceso de escritura y creación de tu obra? ¿Tienes alguna rutina o método específico que sigas al escribir?

MARAVILLOSO. Para mí ha sido una catarsis conmigo mismo de magnitudes inexplicables. Sin saberlo he escupido cosas que tenía dentro y he movido ese armario tan lleno de material inservible que no hacía más que ocupar espacio y tiempo. Lo he ordenado algo y he puesto en medio una mecedora preciosa, para mecer todos mis sentimientos.

Humanamente me ha enriquecido a niveles insospechados y ha habido una sensibilidad enorme al abordar ciertos temas.

Tengo que decir también que tuve que parar a mitad de la obra por temas familiares. Mi padre con perdida cognitiva se tuvo que venir a mi casa a vivir una temporada. Demandaba compañía casi todo el tiempo, pero en eso tengo una grandísima suerte, en cualquier momento que me siento a escribir me fluyen las ideas solas, rápidas y puedo enganchar enseguida el hilo, se pasan las horas que ni me entero.

Aparte de que yo tengo mi trabajo, mis hobbies, mis amigos, mi familia y dos “niños” ahora de 90 y 84 años. Mis tesoritos.

El autor posando para Elescritor.es.
  • ¿Cuál es el mensaje principal que esperas que los lectores obtengan de «Mertxe Oribe: La dama de la camándula»? ¿Hay algún tema en particular que esperas que resuene con ellos?

Mi objetivo es que se lo pasen bien, que la disfruten. No soy una persona de dar mensajes ni consejos. Hago saber lo que siento y punto, con ello no significa que lleve la razón. Estoy seguro que cada persona que lo lea hará sus propias valoraciones y es lo que me encantaría; mover las conciencias.

Hay muchos temas potentes e interesantes para mí, pero no para que resuenen en especial, es lo que mamamos día a día, tampoco he inventado nada nuevo que no se sepa. Con respeto y con cariño, los temas no tienen por qué escocer, o esa no ha sido mi intención al menos.

  • ¿Tienes planes para futuras obras o proyectos? ¿Nos podrías adelantar algo sobre ellos?

Solo digo que la gente tiene que estar muy pendiente de ciertos detalles que he puesto y pillarlos, porque puedan pasar muy desapercibidos, ahí lo dejo.

Mi desván en estos momentos está bastante limpio que no ordenado. La mecedora estará dispuesta a cobijarme y mecer esta cabecita que tiene mogollón de planes e ideas para contar. Me gusta ver la simbiosis de mi cerebro con mi brazo y plasmar relatos. Pero eso no solo depende ya de mí. Solo espero que guste y puedan creer en mí para ir desalojando el desván de historias entretenidas.

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