Las historias en tu libro parecen estar llenas de personajes entrañables y momentos emocionantes. ¿Cómo desarrollas tus personajes y creas una atmósfera cautivadora en tus relatos?Los personajes y sus orígenes fueron los que crearon esa atmósfera. Los rodeaban muchos elementos y detalles que me permitieron desarrollar sus perfiles de una manera entrañable, cercana, que invitaran a verlos de manera muy familiar, y que el lector, al conocer sus andanzas, sintiera que formaba parte de ellas, o que quizás también las vivió en sus sueños de niño.

¿Cómo influyó tu infancia en los llanos de Calabozo y las playas del estado Anzoátegui en tu pasión por contar historias y escribir?
En Venezuela, la vida del campo transcurre entre leyendas, cuentos de camino, espantos, fantasías. Esas historias ayudaron a que mi imaginación fuese más allá. Las leyendas narradas por los trabajadores de las fincas, por mis familiares, tenían como protagonistas a personajes a veces sin rostro, que yo iba creando basado en las descripciones y sonidos que acompañaban a las historias. Quizás eso ayudó a desarrollar mi capacidad de relatar, de crear personajes y cuentos.
Por otra parte, vivir cerca del mar siempre traerá consigo grandes hazañas de pesca, de naufragios que narraban los pescadores de toda la vida, esos que se criaron a orillas del Mar Caribe. Escucharlos mientras los entrevistaba para uno que otro reportaje durante mis faenas periodísticas, también me nutrían como cuentacuentos. Además, vivir cerca del mar garantiza inspiración y relax para imaginar y escribir. Y lo aproveché al máximo.

“Fábulas Palmeras” parece estar arraigado en la cultura y la naturaleza de La Palma. ¿Qué te inspiró a escribir estas historias y qué significado tiene la isla para ti?
Mis primeros paseos en la isla fueron una exploración constante, fue entrar en contacto con todo lo que ofrece gracias a las familias Sicilia y Hernández, quienes me abrieron las puertas de su casa y de la Isla Bonita. Me mostraron la esencia del calor de su naturaleza volcánica y del calor de hogar y familiar del palmero.
A través de ellos fui conociendo sus maravillas naturales, sus costumbres, su gastronomía, sus personajes emblemáticos, sus rincones secretos, esos que solo conoce un palmero, a donde no llegan los turistas. Esa es la magia de la isla que me atrapó, y de la que no intenté librarme.
Sentí la necesidad de plasmar lo que vivía en cada paseo, lo que sentía en cada travesía, para que quienes nunca han pisado esta tierra tuvieran un adelanto que los motivara a venir a sentir lo mismo que yo. Esto no me lo podía guardar.

¿Cuál es tu proceso de escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual específico que te ayude a canalizar tu creatividad?
Observar mucho, nutrirme del entorno, de los cuentos, de las voces, del ambiente, del lugar; para después sentarme a escribir, a enfrentarme a la hoja en blanco.
Hubo días de días, hubo historias largas, otras cortas, lo que me dictaran cada una de las experiencias que viví en cada lugar. Hubo historias que escribí en una hora y otras en varios días.
Las ganas de escribir siempre están. A veces se quedan en la cabeza y otras veces llegan a las manos y al teclado. Así fue el proceso de escribir “Fábulas palmeras”, sin presiones, sin apuro y con mucho gusto.

Daniel Delgado Arocha “Fábulas palmeras”
El autor posando para Todocultura.es

Has mencionado que La Palma se convirtió en tu hogar y en la protagonista de tu primer libro. ¿Cómo ha sido la experiencia de escribir sobre un lugar que amas y conoces tan bien?
Fue como una manera de agradecerle por recibirme, por abrirme las puertas de sus maravillas y de su gente encantadora. Tenía que contárselo a todo el mundo para que vayan a conocerla y a vivir esas historias de fantasía en la Isla Bonita. Quien no me crea que todo lo que cuento en las “Fábulas palmeras” puede pasar allí, pues que vaya y lo compruebe.

Cada historia en tu libro presenta elementos mágicos y fantásticos. ¿Cómo incorporas la magia y la fantasía en tus relatos mientras mantienes una conexión con la realidad?
La influencia de aquellas leyendas e historias que escuché en mi infancia en los llanos venezolanos, y durante mi adolescencia a orillas del Mar Caribe, las quise plasmar y mezclar en las fábulas palmeras.
Este intento de “realismo mágico” de principiante permite darle un toque de fantasía a las costumbres, lugares maravillosos y personajes históricos de La Palma.
La idea fue contar las historias de la isla que ya quizás muchos conocen, que ya están en muchos libros, con otra óptica, desde los ojos de un niño, de un soñador deslumbrado por la belleza de esta tierra canaria.

Como periodista, has sido el portavoz de diversas comunidades y personas. ¿Cómo ha influido esta experiencia en tu escritura y en la forma en que abordas tus historias?
Hablar con mucha gente, desde artistas y políticos hasta los mismos pescadores que mencioné en la pregunta anterior, me permitieron adaptarme a diferentes escenarios, modos de vida e historias, tanto muy tristes o serias, como otras alegres y de éxitos. Toda esa mezcla constante de información de diferentes voces, de servirles de “megáfono” para poder transmitir sus mensajes, me ayudaron mucho a mimetizar mi manera de escribir para determinado público en determinadas circunstancias. Que el mensaje llegue y se entienda, esa es una de las claves de escribir lo que sea.

¿Qué esperas que los lectores obtengan de “Fábulas Palmeras” y cómo crees que estas historias pueden impactar en ellos?
Quiero que los lectores viajen a través de cada fábula palmera, que tengan ese primer viaje mental de fantasía, y que el boleto a ese paseo imaginativo sea cada página del libro.
Ya el segundo viaje espero que sea de verdad, que aterricen o desembarquen en la Isla Bonita para recorrerla como la graja viajera, para que visiten al pequeño gran danzante y se enfrenten a los gigantes blancos.

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