María Asunción, “Eres Mar” es una obra muy personal, ¿cómo nace este poemario y qué representa para ti?
Nace en el proceso de enfermedad de mi hijo y me acompaña hasta su fin: Me representa.
Fue como tenerlo a él y seguir hablando con él, en la cama sobre todo, situarle y SEGUIR SU NOMBRE. Para mí el deseo de nombrar es CURATIVO.
Es un acto de respeto, un legado que dejo en la tierra con la que él tanto conectaba. Precisamente, unos días antes de morir me dijo: me voy a la Madretierra.
La poesía en “Eres Mar” se divide en tres bloques: Humor, Rumor y Humo. ¿Cómo elegiste ese formato y qué simbolizan estos títulos en tu proceso de sanación?
Los bloques Humor, Rumor y Humo simbolizan el antes, durante y después de la muerte de mi joven hijo de treinta y nueve años.
En la obra, abordas temas como el duelo, la nostalgia y el paso del tiempo. ¿De qué manera la escritura te ayudó a lidiar con estos sentimientos tan profundos?
A través de la poesía estructuré mi mente y puse nombre a mi CONGOJA me alivió descargándome y sabiendo que podía ayudar a otras personas en mi idéntica situación.
El lenguaje en tu poemario es sencillo y cotidiano. ¿Por qué optaste por un estilo tan cercano y accesible, especialmente cuando tratas temas tan complejos?
Yo no lo escogí. La autora no elige el lenguaje en un proceso así.
Es el dolor quien habla y el dolor es muy concreto; es como el miedo, no eliges cuándo tenerlo y no lo dominas cuándo aparece.
Siempre me vi más cómoda en la poesía, te da más libertad este género, es más directo y punzante. Puede transformar conciencias.
Puedes transformar el dolor en belleza, suavizarlo con adornos.
¿Cómo fue el proceso de transitar del dolor hacia la reflexión, y qué emociones o revelaciones encontraste al escribir estos poemas?
Entre los primeros poemas leo estos versos de la página 45:
Furia, frescor de la mañana/ oscura en negro renacer/ Ozono, humedad/ Acritud, humedad/ Carroña de urraca…
Entre los últimos poemas leo los versos de la página 183 y 199:
Es cuestión de esperar/ Humildemente esperar/ Penetrar sin fondo/ Después comprobar que no está/ Cuestión de recrear quién anda por los cielos.
A pesar de no creer en formas/aún puedo sentir el río que ama/ cuando los tilos han despedido su loa/ y las hojas cayeron a través.
Como puedes comprobar el proceso es visible.

Como profesora, has dedicado gran parte de tu vida a la educación. ¿Crees que tu experiencia en el aula influye en tu manera de escribir y en cómo te relacionas con los lectores?
Aunque en el aula llevaba dinámicas con los alumnos relacionadas con la escritura, como puede ser imaginar y crear cuentos, no creo que mi forma de escribir esté impregnada de mi carrera profesional.
Creo que me influyó desde mi adolescencia las lecturas de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Hacía la colección “Vidas de Santos” y comencé a escribir siguiendo sus enseñanzas. Después continué leyendo prosa poética de Sta. Teresita de Lisieux.
En tu carrera como escritora, ¿ha sido difícil encontrar un equilibrio entre lo personal y lo profesional al publicar obras tan introspectivas como esta?
Afortunadamente, mi carrera como escritora se ha dado después de mi carrera profesional.
¿Qué consejo le darías a otros escritores que atraviesan momentos difíciles y desean expresarlos a través de su arte?
Les diría que tuvieran paciencia y que no se comparasen. Publicar es una ardua y larga tarea ya que hay intermediarios, comerciales e intereses crematísticos.
Ver publicada tu obra, después de un camino de piedras, es una satisfacción comparable a un parto. Sobre todo si es una autoedición como es mi caso.
Les diría por último que fueran humildes y no pretendan la perfección. Ganar premios y estar entre los primeros en listas de venta no significa que sean los mejores.