-¿Qué te llevó a decidirte a escribir y publicar tu primera novela autobiográfica, “Perder el miedo”?

Siempre desde la adolescencia, he encontrado la forma de expresar mis sentimientos, esas emociones internas que cuesta tanto sacar a veces, mediante la escritura. 

El camino de la vida generalmente no es llano y cada persona pasamos por baches en él. El mío se vio truncado por una grave enfermedad la cual continúa hoy conmigo, pero de otra manera, ahora caminamos de la mano. Sé que me tiene que acompañar siempre, costó mucho darme cuenta.

Partiendo de esta base, rondándome durante mucho tiempo la cabeza y tras numerosas publicaciones en redes sociales de pequeños escritos; mis amigos, esa familia que se escoge, me dieron el último empujón para intentarlo y probar que salía. Por lo menos serviría para sacar todo lo que llevaba dentro.  Tras la lectura del borrador de una persona muy importante en este proceso y ver las emociones que la provocaba, decidí dar el paso de buscar editorial, acompañado del pensamiento que, quizás, pudiera haber más gente a la que emocionar, más gente a la que mi aventura le sirviera para perder el miedo en ciertos momentos de su vida.

De todo este conjunto de experiencias salió la fórmula de la valentía y así poder publicar mi primera novela.

-¿Cómo describirías la experiencia de plasmar tu vida y tus aventuras en forma de novela?

La experiencia es algo muy gratificante, ver cómo, cada día, va creciendo y voy recibiendo distintos mensajes de gente que la ha leído, cómo expresan las emociones que les trasmite y cómo coinciden todos en lo mismo. Que cada página que leen les mueve algo dentro que  les provoca la necesidad de seguir leyendo, no por el hecho de averiguar mi vida, sino por verse identificados en algunos momentos, por sentir estar dentro de la obra, de la aventura. Para mí, siendo mi primera novela, es un conjunto de emociones muy difícil de describir.

Como digo en la introducción, espero que sea el lector el que decida si, tal vez toda la obra son sólo verdades adornadas o, simplemente, historias inventadas…¡realidad o ficción! Qué sean las emociones que viva cada uno las que tomen la decisión.

La experiencia me está empujando a que tras esta, la primera obra, sin duda, vendrán más  detrás.

-¿Qué significado tiene para ti el título “Perder el miedo”?¿Por qué consideras que es importante perder el miedo en la vida?

Perder el miedo engloba un todo en la vida. El título nace de darme cuenta de la realidad que vivo y que he vivido, de querer transmitir que el que nos condiciona en el camino muchas veces es el miedo. El miedo a qué dirán, el miedo a qué pasará después, el miedo a la muerte. Al final, de alguna manera, no nos deja disfrutar del presente, ni del momento, ni ver que, aunque no todo lo que nos rodea sea como nosotros queremos o nos gustaría, nos condiciona a no darnos cuenta de hasta dónde podemos llegar, de lo que podemos lograr, de lo que somos capaces y, sobre todo, de lo que podemos aportar a la sociedad, a la gente que queremos y que nos rodea.

Una vez que pierdes el miedo a la muerte, al rechazo, a lo que opinen de ti, es cuando realmente sale tu yo interior. Cuando vives el aquí y el ahora, porque todavía hay mucho miedo, por ejemplo, a decir un simple “te quiero” a alguien que no sea tu pareja. Al final es perder el miedo, a los demás, a lo desconocido, a vivir.

-¿Qué aspectos de tu vida personal y experiencias vitales crees que son más importantes para transmitir a través de esta obra?

Dentro de la obra intento trasmitir la superación personal, la importancia de la verdadera amistad y de la familia en el transcurso de cualquier dificultad. Cómo el dolor, del tipo que sea, puede ocasionar cosas insospechables y llegar a provocar la casi muerte o la muerte, y cómo se puede salir de ahí. Encontrando la manera de hacerlo, o incluso cuando no somos capaces de verlo, se nos presenta otra dimensión la cual nos lleva hasta la manera de sobrevivir al caos. 

Trato de trasmitirlo intentando que el lector se sienta partícipe de ello, que lo viva como si fuera real.

Julay posando con su obra «Perder el miedo»

-¿Cómo ha influido tu enfermedad en tu proceso creativo y en la decisión de escribir la novela?

Al final, la enfermedad fue el detonante de un punto y seguido, casi de un punto final. Es la que me ha hecho revivir momentos mágicos,  aventuras casi olvidadas o encerradas en el subconsciente. Fue la causante o la culpable de volver a abrir esos cajoncitos cerrados en el corazón. dándome la oportunidad de narrar hechos increíbles, confundidos con ciencia ficción, o tal vez no. Como ya he dicho, el lector es libre de vivir mi historia, de sentir las emociones en ella descritas como quiera o necesite en cada momento.   

-¿Cómo ha sido el proceso de convertirte en un autor publicado después de tanto tiempo guardando tus escritos para ti mismo o un círculo cercano?

Todavía estoy digiriendo la experiencia, o la aventura, como a mí me gusta llamarla. Realmente es muy distinto escribir algo pensando que sólo es para uno mismo, al principio de esta entrevista me referí a ello. Creo firmemente que mis relatos siempre salen del corazón, sin pararme a pensar quién lo va a leer, así puedo cargarlos de la emoción con la que lo vivo y lo siento en cada momento, sin intervenir el pensamiento racional. Perder el miedo no iba a ser menos, ahí radica su magia: en que todo el mundo se siente identificado con alguna vivencia, y el relato te atrapa.

El proceso es algo maravilloso. Ver una creación propia, palpar sus hojas o, simplemente, pasar por un escaparate y ver tu libro. La emoción y las sensaciones que percibo son muy difíciles de comparar. Sí que estoy seguro de que esta será la primera de muchas obras.

-¿Qué elementos de tu vida crees que los lectores podrán identificar y relacionar con sus propias experiencias mientras leen “Perder el miedo”?

Realmente no lo sé, al final cada persona ha vivido su vida de una manera. Sí que puedo decir que no es una historia para la gente que  crea que va a encontrar chismes, sin embargo, algo de curiosidad debe de haber al tratarse de una autobiografía. En el momento en que den la oportunidad a sus páginas, estoy seguro de que los irá atrapando, que alguna de las aventuras narradas les serán familiares y, sino, tampoco habrán perdido el tiempo. Seguramente los lleve a un relato cargado de emoción, amor, amistad y superación, creo que eso de una forma u otra todo el mundo lo ha vivido alguna vez.

-¿Qué papel juegan la familia y los amigos en tu vida y en tu obra?

En mi camino me he dado cuenta, con el transcurso de los años, de que es realmente lo más importante que tengo y lo que realmente necesito para ser feliz. La familia y rodearte de buenos amigos, cuidarlos y amarlos. Al final son los que nos acompañan siempre en los malos momentos. Es en estos donde realmente se necesita compañía, que te arropen, que te quieran. Perder el miedo está lleno de ellos, al final es mi vida y mi vida son ellos, lo demás son cosas que van y vienen. Esta obra me ha servido para darme más cuenta aún de la magnífica gente que me rodea. Aparte, me está dando la oportunidad de conocer a otras maravillosas personas que, sin la obra posiblemente nunca hubiera conocido.

«Perder el miedo» ya está disponible a la venta.

-¿Por qué decidiste presentar la historia de “Perder el miedo” de una manera que desafía la línea entre lo real y lo ficticio?

Para mí, la decisión es muy simple, casi todo en la vida puede ser real o ficción, depende de cómo se muestre a los demás o estos lo interpreten. En “Perder el miedo” al lector intento ponerlo en la posición de que sea él el que decida si es real o ficticia la vida que lee. No se tiene que guiar de mi palabra o de lo que yo diga. Que sean sus emociones las que le transmitan en qué parte de la línea se encuentra la historia.

-¿Qué mensaje esperas transmitir a los lectores a través de tu novela “Perder el miedo”?

Que se dejen llevar desde el principio por el relato, e irán descubriendo poco a poco lo realmente importante que tenemos en la vida. Que esto es pasajero, solo es un tiempo el cual nosotros no decidimos, que no se olviden de cuidar lo importante de este camino, no olvidemos que, hay decisiones que no tomamos nosotros. El mensaje es muy sencillo, que vivan, rían, lloren, pero sobre todo que amen, da igual el amor de la clase que sea.

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