¿Qué te inspiró a embarcarte en la escritura de una trilogía histórica tan ambiciosa como Los gemelos de Can Vilaró? ¿Siempre tuviste claro que abarcarías un período tan amplio y complejo de la historia española?
Inicialmente mi intención no era publicar una trilogía. Mi intención inicial fue reflejar una serie de circunstancias históricas que vivió Cataluña y España en el final del siglo XVIII y principios del XIX, como fueron la guerra contra Francia tras la ejecución de Luis XVI, el impulso de la industria textil y el comercio de esclavos. Fue al terminar la primera parte de la trilogía, que encontré que era demasiado larga, por lo que decidí publicarla en dos tomos, ampliando algunos hechos. La tercera parte, la actual, la decidí escribir más tarde para completar un periodo de nuestra historia poco conocido para el público en general y muy importante para poder explicar la historia actual.
Como médico e investigador, tu vida profesional estuvo marcada por la ciencia. ¿Qué retos enfrentaste al transicionar hacia la narrativa y qué te enseñó esa experiencia sobre ti mismo?
Desde mi juventud he sido siempre un enamorado de la lectura y muy especialmente de la novela histórica. Aunque siempre he querido escribir, mi labor profesional, primero como médico residente en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid y posteriormente como especialista en el Hospital Ramón y Cajal, no me permitieron hacerlo, por ocupar mi trabajo casi todo mi horario.
Cuando dejé de hacer guardias, que tuve un poco más de tiempo, escribí algún ensayo corto no publicado. Para mi escribir una novela no me supuso un reto importante, primero porque ya tenia practica en la redacción de artículos y capítulos de libros científicos y en segundo lugar gracias a que cuando deje de hacer guardias, mi hermana Marita, que también es escritora, me animó a realizar un máster de narrativa en la Escuela de narrativa del Ateneu Barcelonés, que está considerada como una de las de mayor prestigio internacional después de la Escuela de narrativa de New York. Este fue el estímulo definitivo que me impulso a empezar a escribir.
En El ocaso de un imperio, exploras eventos como el Trienio Liberal, las Guerras Carlistas y la pérdida de las colonias. ¿Cómo equilibras los hechos históricos con la construcción emocional de los personajes para mantener atrapado al lector?
Esto es precisamente lo más difícil en una novela histórica. Primero hago un esbozo de los hechos históricos que quiero relatar después de realizar una amplia documentación histórica. Una vez conocidos los datos de los hechos históricos, confecciono la trama de la novela y las características de los principales personajes, ayudándome con la confección de una tabla Excel con las principales características de los personajes. A partir de aquí confecciono la escaleta integrando los dos aspectos y con ella inicio el relato de la novela.

La relación entre los hermanos Bernat y Quim parece ser el corazón de la trilogía. ¿Qué aprendizajes o mensajes quisiste transmitir a través de esta dualidad, separada por un océano y marcada por contextos tan distintos?
Para explicar la historia que quería contar en la trilogía, necesitaba que el narrador pudiera estar al mismo tiempo en territorio peninsular y en América. Para solucionar el problema elegí como protagonistas a una pareja de hermanos gemelos, inicialmente muy iguales, pero que las circunstancias vitales les obligan a evolucionar y vivir alejados. A través de ellos, el lector puede comprender como los hechos históricos van afectándoles en su día a día, es decir puede ir viendo como afectaban a la gente normal del pueblo.
La evolución es distinta en los dos hermanos: Quim que emprende la creación de una industria textil, tiene que afrontar los problemas que surgieron en la industria textil y ademas se interesará por los acontecimientos que van ocurriendo, le gusta la política y va adquiriendo una postura política claramente contraria al rey Fernando VII, al que considera el peor rey de la historia española. Por el contrario, su hermano se ve obligado a seguir un camino que no era el elegido por él inicialmente y aunque la política le interesa poco, también se verá envuelto en ella, pero desde la perspectiva cubana, donde se ha tenido que exilar.
La novela toca temas como la trata de esclavos y la implicación catalana en este comercio. ¿Por qué decidiste abordar un tema tan controvertido y qué reacciones esperas de los lectores ante esta perspectiva histórica?
En tema que siempre me ha interesado es el de la esclavitud, así que una de mis intenciones al iniciar la redacción de la primera parte de la trilogía, fue dar a conocer una de las mayores lacras de la historia de nuestro país: La trata de esclavos. Nuestro país fue contrario a la abolición de la trata y de la esclavitud por intereses económicos y políticos. Esto hizo que el llamado comercio triangular, se prolongara casi durante todo el siglo XIX, cuando en la mayoría de países europeos ésta ya se había abolido.
Durante estos años, la participación catalana y vasca en la trata de esclavos fue bastante habitual, sobre todo en algunas poblaciones costeras. Creo que es bueno que la gente lo sepa. No se trata de juzgar a nadie. En historia no hay que juzgar y si se hace debe ser poniéndose en la visión cultural de la época en la que sucedieron los hechos, contemplando más las causas y como sucedieron los hechos, que juzgar a los protagonistas por su conducta.
Este comercio, practicado especialmente en Cataluña y el País Vasco, enriqueció a muchas familias que hoy día forman parte de la burguesía catalana y de las clases pudientes vascas, proporcionando además el dinero necesario para el desarrollo industrial, comercial y social de estas zonas. Dinero con el que en algunos casos se construyeron edificios emblemáticos en algunas ciudades como Barcelona
He procurado que los apellidos de los que intervinieron en la trata no salgan en la novela. No se trata de difundirlos. Además, los que llevan actualmente estos apellidos, no tienen ninguna relación con aquellos hechos, que hoy día vemos con horror, pero que entonces no la contemplaban así; si bien el hecho de procurar ocultarlo en los lugares de origen de este comercio, indica un cierto sentimiento de culpabilidad y de estar haciendo algo incorrecto.
¿Qué sientes al ver culminada una obra tan extensa como esta trilogía? ¿Cómo ha cambiado tu visión de la historia o incluso de la literatura desde que empezaste este proyecto?
Cuando se termina una obra de este tipo, al menos en mi caso supone un cierto relajo, pero al mismo tiempo como si te quedaras sin algo que hacer. En cuanto a la segunda pregunta, me ha hecho conocer mucho mejor la historia del siglo XIX, que sentó las bases de muchos de los acontecimientos actuales. También aumento la pasión por la historia que tengo creo gracias a un profesor que tuve en el bachillerato, hasta tal punto que me he embarcado en un proyecto que alguno de mis amigos califica de locura y es matricularme en el grado de Historia.
¿Cómo influyó tu experiencia como médico en el proceso creativo? ¿Dirías que existe un paralelismo entre la dedicación al arte de curar y al arte de narrar?
La profesión que uno ejerce siempre influye en lo que uno escribe, ya que al escribir inevitablemente se plasma una parte de como eres y de la forma de pensar del autor, aunque lo quieras evitar. Por lo tanto, hay que concluir que sí que ha aportado algo, especialmente para conocer las miserias y bondades humanas. De todas formas, en esta trilogía he procurado que no se viera demasiado que el autor era un médico, esto lo reservo para futuras obras, aunque no se si lo he conseguido.
Los médicos somos bastante humanistas y nos gusta leer, pintar, escuchar música, escribir, etc., La escritura es una afición muy frecuente entre los médicos e incluso existe una asociación de médicos escritores, que tiene un gran prestigio. En nuestra profesión por otra parte, los médicos tenemos que explicar a nuestros pacientes frecuentemente situaciones complicadas y escuchar lo que nos dicen los pacientes, muchas veces relatos muy íntimos, todo ello ayuda a la hora de crear y narrar historias.
Por último, ¿qué le dirías a alguien que nunca ha leído novela histórica para animarlo a descubrir Los gemelos de Can Vilaró? ¿Por qué crees que esta historia sigue siendo relevante en el presente?
Si no ha ledo nunca una novela histórica, le diría que se está perdiendo un campo que seguro que le enganchara, en cuanto entre en él. Una forma de atraerlo a la lectura seria presentarle una pequeña sinopsis del contenido de la trilogía.
Si no creyera que los acontecimientos históricos que narro en la trilogía, no han tenido influencia en el devenir actual, no la hubiera escrito. Ya he comentado que el siglo XIX fue un siglo crucial para entender la historia actual de nuestro país. En España se han cometido a lo largo de su historia muchos errores, que no deberían repetirse. También hemos tenido aciertos, de ahí la importancia de conocer nuestra historia. Sin conocer nuestra historia volveremos a tropezar con las mismas piedras, por ello es tan importante que en la enseñanza se incluyan la historia y la filosofía, lo que desgraciadamente no es la preocupación actual de nuestras autoridades.