¿Qué te inspiró a crear el universo de Iberian y a abordar temas como la tecnología y la creatividad?
La inspiración nació en un momento muy concreto: observando a mi familia y a personas de diferentes partes del mundo durante mis viajes. En Japón, vi cómo prácticamente todos los habitantes iban con la mirada fija en sus dispositivos, pero fue al regresar a casa cuando me golpeó realmente. Mis siete sobrinos, que estaban rodeados de naturaleza en la casa de campo de los abuelos, permanecían absortos en las pantallas. Fue un “clic” en mi cabeza: ¿cuándo hemos dejado de imaginar y conectar con el mundo real?
Quería hablar de esa “crisis de la imaginación”, donde la tecnología, aunque es una herramienta maravillosa, se convierte en un ladrón de creatividad si no la usamos con moderación. Así nació Iberian: un universo donde la imaginación toma forma física a través de los Iberian, criaturas que nos recuerdan lo que perdemos cuando nos desconectamos de nuestra creatividad y de nosotros mismos.
Cuando observas a la juventud actual tan absorta en las pantallas, ¿qué es lo que más te preocupa como creador?
Lo que más me preocupa es ver cómo las pantallas están reemplazando momentos de aburrimiento productivo, esos instantes donde, sin darnos cuenta, nacen las ideas más creativas. Cuando era niño, me aburría y eso me llevaba a inventar historias, dibujar o jugar con cualquier objeto que tenía a mano. Hoy, el aburrimiento se resuelve con un simple “scroll”.
Como creador, me preocupa que las nuevas generaciones estén consumiendo contenidos de manera pasiva, en lugar de crear activamente. Además de las ideas impuestas por agendas que les meten en la cabeza desde pequeños. En vez de enseñarlos a discernir entre lo que está bien y lo que está mal, se les zombifica para que estén de acuerdo con ciertas ideas y si no es así, son malos. Hay que dar la libertad de explorar, de conocer diferentes versiones y sacar sus propias conclusiones.
Con Iberian, intento trabajar esa parte, principalmente en el tercer libro, y en los dos primeros trato de darles una historia que sea entretenida, visual y que a la vez los inspire a desconectar de vez en cuando y reconectar con su propia imaginación. La saga Iberianes un camino de crecimiento página a página.
Tu historia de vida y formación multidisciplinaria es fascinante. ¿Cómo ha influido tu experiencia en comunicación audiovisual y tecnología en tu proceso creativo para Iberian?
Mi experiencia en comunicación audiovisual ha sido clave en el desarrollo de Iberian. Trabajar en proyectos de gran escala, como en la postproducción de series como La Casa de Papel, me enseñó la importancia del ritmo narrativo, del impacto visual y de la planificación. Eso se ve reflejado en la estructura de Iberian: capítulos dinámicos, escenas vibrantes y un lenguaje que, aunque es escrito, casi se siente como una película o un anime.
Por otro lado, mi pasión por la tecnología me ha permitido explorar herramientas digitales que potencian mi creatividad, desde la ilustración hasta el diseño de los emojispersonalizados. Sin embargo, siempre he mantenido la idea central de Iberian: la tecnología es una aliada, pero nunca debe reemplazar nuestra capacidad de crear y soñar.
En Iberian, los emojis son una parte esencial de la narrativa. ¿Qué te llevó a incorporar esta idea en lugar de usar descripciones tradicionales de diálogo?
La idea surgió durante un viaje a Japón, en la librería Soshen Book Tower. Encontré un libro infantil que incluía pequeñas caras en los márgenes, y eso me hizo reflexionar: ¿cómo puedo hacer que los jóvenes lectores, acostumbrados a un lenguaje visual inmediato, conecten más fácilmente con la historia? Y decidí convertir cada diálogo en un intercambio de emojis que sustituyen a la descripción estilo “dijo tal personaje muy enfadado”.
Así nacieron los emojis personalizados. En lugar de largas descripciones sobre emociones, los emojis permiten transmitir el tono y la intención de cada diálogo de manera ágil y directa. Esto no solo hace la lectura más fluida, sino que también la vuelve más atractiva para aquellos niños que no son grandes lectores.
Además, funciona como una herramienta para el reconocimiento emocional: los lectores aprenden a identificar las emociones de los personajes a través de las imágenes, desarrollando empatía y comprensión de una forma natural.
Como alguien que creció influenciado por el manga, los cómics y los videojuegos, ¿qué elementos de estos medios has integrado en Iberian para captar la atención de las nuevas generaciones?
De los cómics y el manga, he tomado la estética visual y el dinamismo narrativo. Quería que Iberian tuviera la misma sensación de aventura y emoción que me atrapaba en historias como Dragon Ball o Saint Seiya. Los personajes evolucionan, enfrentan desafíos y descubren su verdadero potencial, siguiendo la estructura clásica del viaje del héroe.
De los videojuegos, incorporé la idea de la inmersión. En Iberian, los lectores no son meros espectadores; quiero que se sientan dentro del mundo, como si estuvieran viviendo una misión junto a los Niños Índigo y sus Iberian. Por eso el ritmo es tan ágil y visual.
Básicamente, busqué fusionar lo mejor de estos tres medios para crear una experiencia única, que resulte familiar y emocionante para las nuevas generaciones.

¿Cuál es el mensaje que esperas que los jóvenes lectores de Iberian reciban sobre el equilibrio entre tecnología y creatividad?
El mensaje es sencillo pero poderoso: la tecnología no es un enemigo, pero debemos usarla de forma equilibrada. Los dispositivos móviles, las redes sociales y los videojuegos son herramientas increíbles, pero no deberían ocupar todo nuestro tiempo ni limitar nuestra creatividad.
A través de los Iberian, los lectores descubren que la imaginación es un superpoderque todos llevamos dentro. Es un llamado a recordar que podemos soñar, crear y conectar con el mundo real sin depender únicamente de una pantalla. Quiero que cada joven lector se sienta inspirado a despertar su creatividad y descubrir el increíble universo que hay dentro de ellos.
Este libro cierra el arco de la saga. ¿Qué emociones sientes al llegar al final de esta etapa con los Niños Índigo? ¿Crees que te quedarás en el universo de Iberian o piensas explorar nuevos proyectos?
Cerrar este arco ha sido un viaje lleno de emociones. Por un lado, siento orgullo de haber completado la historia que quería contar y haber dado un final digno a los Niños Índigo. Por otro, existe una inevitable sensación de nostalgia: estos personajes y sus Iberian han sido parte de mi vida durante años.
¿Es este realmente el final? No lo sé. El universo de Iberian tiene aún mucho potencial, y quién sabe si en el futuro regresaré para explorar nuevas historias. De momento, estoy abierto a nuevos proyectos, quizás con otros formatos o temáticas, pero siempre con el objetivo de inspirar a las nuevas generaciones.
También me gustaría invitar a todos los lectores que quieran que las aventuras del universo Iberian continúen, que se animen a escribir sus reseñas sobre los libros actuales a info@mundoiberian.com . Eso puede que me inspire, ahí lo dejo, je, je, je.
Finalmente, ¿cuál ha sido el mayor reto al trabajar solo en formato físico, evitando las ediciones digitales? ¿Cómo ha sido la respuesta de tus lectores ante esta decisión?
El mayor reto ha sido nadar a contracorriente en un mundo cada vez más digitalizado. Optar por un formato físico en una época dominada por las pantallas puede parecer arriesgado, pero era una decisión coherente con el mensaje de la saga. Quiero que los jóvenes lectores experimenten la sensación de pasar páginas, de desconectar del mundo digital y sumergirse en una aventura tangible.
La respuesta ha sido muy positiva. Muchos padres, educadores e incluso jóvenes me han agradecido esta decisión, ya que ven en Iberian una oportunidad para fomentar la lectura física y el contacto con los libros. Creo que, a veces, lo tradicional puede convertirse en algo revolucionario.