• Tu vida ha estado marcada por una amplia variedad de experiencias y disciplinas. ¿De qué manera todo ese bagaje influye en tu manera de ver el mundo y en tu proceso creativo como escritora?

He tenido la oportunidad de ver el comportamiento de las personas en muchos y muy variados entornos, durante horas, días, meses y años. He visto al ser humano en su faceta más divertida y también en la más enfermiza. Quizás por eso siempre me ha interesado tanto el estudio de la conducta humana. Mi gran área de estudio siempre han sido las Ciencias Biológicas, pero he ido ampliando mi conocimiento a otras áreas como la psicología, la criminología y la sociología en los últimos años. Al final, tener información procedente de distintas disciplinas te aporta una mayor visión para entender mejor por qué hacemos lo que hacemos.

  • Has trabajado en campos muy distintos, desde la biología hasta el arte marcial, y ahora escribes sobre temas tan polémicos como el feminismo hegemónico. ¿Qué te llevó a escribir ‘La mística de la feminazidad’?

Comencé a escribir lo que para mí era un diario en el que iba expresando todo aquello que necesitaba decir. No tenía intención de escribir un libro. Sin embargo, conforme iba viendo el avance de mis argumentos me di cuenta de que, quizás, podrían serles de utilidad a algunas personas. Es por eso que decidí escribir una introducción, juntarlo todo y publicarlo. 

¿Por qué escribir sobre el feminismo hegemónico? Sencillamente porque, en ese momento, el feminismo era un movimiento que estaba cogiendo muchísima fuerza y promovía ideas que, a mi parecer, son extremadamente negativas. El feminismo ya no busca darle voz a la mujer sino silenciar al hombre. Además, este nuevo movimiento es una especie de amalgama de ideas victimistas sumadas a conceptos irreales que buscan transformar completamente la sociedad en la que vivimos. Lejos de buscar la inclusión y la diversidad, lo que busca es la imposición de sus propias ideas.

  • Tu libro tiene un tono provocador y crítico. ¿Te resultó difícil decidirte a publicar algo tan controvertido sabiendo que podría generar rechazo? ¿Qué miedos o dudas enfrentaste en ese proceso?

Nunca he sentido miedo al rechazo. Para bien o para mal siempre he sido una persona muy distinta al resto, así que ir en contra de la corriente es, básicamente, mi día a día. Cuando quiero hacer algo que, bajo mi convicción, es correcto, sencillamente busco la manera de hacerlo. No me paro a pensar en cómo va a reaccionar la gente. Al fin y al cabo, la gente siempre buscará un motivo para quejarse por todo, así que démosles un buen motivo. 

  • Además de ser escritora, eres creadora de contenido en redes sociales. ¿Cómo es la relación entre estos dos mundos? ¿El contenido que produces online complementa tu faceta como autora?

Abrí mi canal de YouTube con la intención de promocionar mi libro. Sin embargo, se ha convertido en algo mucho más extenso. Me he dado cuenta de que crear vídeos para redes sociales es una forma mucho más efectiva en muchos casos para transmitir información. Vivimos en la era de “lo quiero todo fácil y rápido”, de modo que esta es una forma mucho más efectiva de llegar a tu público objetivo.

La autora de la obra posando para Todocultura.es

También es cierto que resulta complicado que mi mensaje llegue tal y como quiero. Siempre he querido dejar bien claro que yo no me posiciono en ninguno de los dos bandos predominantes en la sociedad actual, y muchas veces es extremadamente difícil hacer ver esto porque la gente trata continuamente de situarte en un lado o en otro. 

  • Criticas abiertamente el activismo WOKE y el feminismo hegemónico. ¿Has recibido muchas reacciones negativas o ataques en redes sociales debido a tus posturas? ¿Cómo lidias con ello?

He recibido muchísimas críticas, sí, pero de las dos partes. Como he dicho antes, yo aporto datos que respaldan mis argumentos. Eso quiere decir que no hablo en contra del activismo WOKE solo porque sí, sino porque la información que tenemos me lleva a pensar que sus ideas están equivocadas. Pero también soy capaz de ver los errores en el otro lado. Mucha gente me llama “facha” pero también me llaman “feminazi”, y curiosamente tengo ambos tipos de comentarios en el mismo vídeo. 

Cuando creas contenido en redes sociales tienes que tener muy claro que el hate va a ser parte de tu día a día. La cuestión no es moldear tu comportamiento en base a la reacción de la gente. Creo que la manera correcta de proceder es hacer una evaluación constante de uno mismo para, en la medida de lo posible, interpretar los datos de la forma más objetiva posible y no desde tus sesgos.

  • Tu libro menciona la libertad de expresión como un tema clave. ¿Qué papel crees que juega la libertad de expresión en el contexto actual de las redes sociales y la cultura de la cancelación?

Creo que estamos asistiendo al funeral de la libertad de expresión, y parece no importarnos. Estamos viendo como se genera lo que Orwell denominó neolengua. Hay ciertas palabras que ya no se pueden decir, como si el hecho de eliminarlas de nuestro vocabulario hiciera que el concepto en sí y, por lo tanto, el acto, desapareciera. Decimos violines en lugar de violadores, decimos pedorro cuando queremos decir pederasta, movemos los labios sin emitir sonidos cuando queremos decir agresiones sexuales… Resulta completamente ridículo. Puede que todo esto parezca algo insignificante, pero está generando una autocensura totalmente exagerada y muy alarmante. 

  • Con tantos intereses y disciplinas en tu vida, ¿cómo equilibras tu tiempo entre escribir, crear contenido y seguir practicando artes marciales? ¿Qué te aporta cada una de estas actividades?

Es cierto que mi agenda está completa todos los días del año. Y me encanta que sea así. Procuro organizar mi día a día de forma minuciosa para llevar a cabo todas estas actividades, aunque es cierto que algunos días se hace muy difícil cumplir mi planificación. Utilizo mis días libre o mis periodos de vacaciones para dedicarle más tiempo a la creación de contenido, procuro leer todos los días y practicar deporte varios días a la semana. 

El deporte es absolutamente esencial para cualquier persona, te aporta salud, fortaleza mental y ayuda a controlar el estrés mejor que cualquier otra actividad o sustancia. Las artes marciales me ayudan a desarrollar un mayor control de mí misma y aumenta enormemente la resiliencia. La lectura, por otro lado, es absolutamente esencial si quieres seguir aprendiendo. Además, es una buena forma de reducir el tiempo de exposición a pantallas. La creación de contenido es mi forma de aportar, en la medida de lo posible, algo bueno a los demás. 

  • Para finalizar, ¿qué esperas que los lectores saquen de tu libro, incluso aquellos que no compartan tus opiniones?

Yo no busco que la gente esté ciegamente de acuerdo conmigo. Lo que busco es incitar a la reflexión, al (sano) debate, a la búsqueda de información. Busco remover conciencias. 

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